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La Guardia Civil cree que la víctima del 'crimen de las cuñadas' guardaba droga

  • Los agentes sospechan que Anabel Deza, asesinada el 19 de abril, almacenaba estupefacientes y dinero de la familia de su marido pero desconoce si lo hacía "de forma libre o extorsionada"

La Guardia Civil sospecha que Anabel Deza Vázquez, la joven que fue asesinada el pasado 19 de abril en su vivienda de La Rinconada, podría haber estado colaborando con la familia de su marido almacenando droga y dinero, aunque los agentes reconocen que no saben si esta acción pudo realizarla voluntariamente o coaccionada por su familia política.

Los investigadores de la Guardia Civil plasman estas sospechas en el atestado remitido al juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, que investiga este asesinato por el que están actualmente en prisión las hermanas Elena y Rosa N. S., cuñadas de la fallecida, y Francisco Javier M. R., el novio de Rosa.

El atestado pone de manifiesto que entre Anabel y la familia política de ésta, en concreto, los hermanos de Diego -su marido, que falleció en diciembre pasado de un ictus-, existían problemas anteriores. Según expone la Guardia Civil, a través del Equipo de Investigación del puesto de La Rinconada, se pudo conocer cómo la familia de Diego "estaría vinculada al tráfico de drogas" y que "varias hermanas de este individuo poseen un punto de venta de drogas en San José de La Rinconada". Ese punto de venta de sustancias estupefacientes estaría ubicado, en concreto, en el domicilio de Rosa y Elena N. S., y según los agentes, el novio de Rosa, Francisco Javier M. R. usaba habitualmente un Peugeot 206 de color blanco similar al que fue visto tras el crimen en el número 5 de la calle Gerardo Diego, donde residía la víctima.

Estos datos habían sido obtenidos en el marco de una investigación que, previamente al asesinato, se estaba llevando a cabo en una investigación por tráfico de drogas. A través de la unidad de que investigaba el caso "se pudo conocer como Anabel podría ser la persona que guardara el dinero y la droga que posteriormente vendería la familia, desconociéndose si esta acción la realizaba de forma libre o extorsionada", precisa el atestado.

En cualquier caso, la Guardia Civil constató que la fallecida había sufrido "numerosas agresiones" por parte de su familia política. De hecho el mismo día 19 de abril, sobre las 09:30 horas, poco antes del crimen, Anabel publicó en su cuenta de Facebook el siguiente mensaje: "Un regalito pa los alxahuet@s de mi vidas .jajaj" (sic). Esa mención a unas "alcahuetas", según la Guardia Civil, era una posible referencia a una discusión que Anabel tuvo esa misma mañana con sus cuñadas y el novio de una de éstas, es decir, con Elena, Rosa y Francisco Javier.

En el atestado, la Guardia Civil informaba al juez de que en la prensa estaban apareciendo informaciones que incriminaban a la familia política de Anabel y añadía que esas informaciones no habían sido facilitadas por el instituto armado, sino que se trataba de la "rumorología del pueblo", aunque acto seguido los investigadores admiten que esa rumorología es "coincidente con el conocimiento obtenido por esta Unidad Orgánica de Policía Judicial".

La enemistad de Anabel con los familiares de su marido ya había sido denunciada al menos en una ocasión, en el año 2011, según recoge el informe policial, que pone de manifiesto que el 5 de noviembre de ese año varios familiares habían "amenazado con que iban a matarla con un cuchillo" si Anabel echaba a Diego de la casa.

Anabel solicitó entonces una orden de alejamiento contra varios hermanos de Diego, entre los que se encontraba precisamente Rosa N. S., su cuñada y una de sus presuntas asesinas.

Los agentes también destacan que la familia del marido de Anabel posee "numerosos antecedentes por agresiones" en los que habrían empleado armas blancas y catanas.

Los tres sospechosos del crimen de las cuñadas han sido citados a declarar el próximo 10 de junio por el juez de refuerzo de Instrucción 6, José Ignacio Vilaplana, después de que se acogieran a su derecho a no declarar cuando fueron puestos a disposición judicial, el pasado 23 de abril.

La investigación apunta a que las dos cuñadas y el novio de una de ellas son los presuntos responsables del asesinato, y que habrían agredido a la joven con un objeto contundente en la cabeza, además de haberle asestado numerosas puñaladas que superan las 50. De hecho, la autopsia ha confirmado que el cuerpo de Anabel presentaba hasta 66 heridas distintas, 23 de las cuales son traumatismos localizados en la cabeza.

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