La Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente en Sevilla ha iniciado los trabajos para la recuperación de la laguna de Ruiz Sánchez, en la localidad de Écija, que permitirán devolver la dinámica natural a este importante humedal incluido en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Las labores impulsadas por Medio Ambiente, con un presupuesto de 435.000 euros, conseguirán en un corto periodo una alta naturalización del medio y pretende constituir un importante enclave para especies en invernada como la grulla, así como una zona de alimentación en época reproductora para el flamenco rosa.

Otras especies de aves amenazadas que se verán beneficiadas por esta iniciativa son la malvasía cabeciblanca, la cerceta pardilla, el porrón pardo y la focha cornuda. Las actuaciones a realizar en la laguna consisten en el tapado de los canales de drenaje para favorecer el proceso de inundación natural, la creación de pasos de agua y la construcción de dos diques para establecer la cota máxima de inundación en época de precipitaciones normales. El desvío del arroyo Gallape hacia la laguna logrará que ésta se llene con mayor facilidad. La intervención conseguirá recuperar la red de caminos y eliminará naves agrícolas levantadas en terrenos inundables. El proyecto incluye la construcción de pasos elevados sobre el agua y se procederá al cerramiento de pozos en desuso. Por último, en los próximos meses se plantarán más de 5.000 ejemplares de distintas especies vegetales propias de estas zonas húmedas continentales.

Medio Ambiente prevé que se logre la restauración de este humedal en un corto plazo, entre otros motivos, porque su sistema de drenaje conserva semillas y formas de latencia de flora y fauna asociadas a estos ecosistemas. Ruiz Sánchez, con una superficie de 358,80 hectáreas, es el segundo humedal de interior de mayor extensión de Andalucía, por detrás de Fuente de Piedra (Málaga). Esta laguna de Écija fue desecada en 1967 para dedicar los terrenos a la agricultura.

La parcela se utilizó desde entonces para el cultivo de cereales de secano hasta que en 2006 se efectuó su compra por la Consejería de Medio Ambiente, lo que supuso una inversión de seis millones de euros. El complejo funciona como un humedal estacional de aguas salinas que de forma natural suele permanecer seco desde verano hasta aproximadamente noviembre, cuando comienza a recibir los aportes de las lluvias.