Juzgados incomunicados

Sanlúcar la Mayor

Los órganos judiciales de Sanlúcar, donde se investiga el doble asesinato de los bebés hallados congelados, tienen numerosas carencias de medios técnicos y personales.

Un funcionario de Sanlúcar, en medio de una 'jungla' de expedientes judiciales.
Un funcionario de Sanlúcar, en medio de una 'jungla' de expedientes judiciales.
Jorge Muñoz

sanlúcar la mayor, 17 de diciembre 2012 - 05:01

Si los medios de la Justicia en la capital son insuficientes, en los pueblos de la provincia la situación es mucho más grave. Los juzgados de Sanlúcar la Mayor, ahora en el centro de todas las miradas por la investigación del doble asesinato de los bebés hallados en sendos congeladores de Pilas, adolecen de muchas carencias, según ha podido comprobar este periódico en una visita junto a los representantes del sindicato CSIF. En el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3, el que tiene encomendada la investigación de la parricida, las comunicaciones telefónicas fallan constantemente a pesar de disponer de seis líneas: cuando el juzgado está de guardia las comunicaciones con la prisión o con la Policía son prácticamente imposibles, según comentan algunos funcionarios destinados en estos órganos judiciales. Muchos funcionarios se ven obligados a utilizar sus propios teléfonos móviles para hacer estas llamadas oficiales, aspecto que se puso en conocimiento del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), al igual que los fallos en el sistema de grabación de los juicios. Pero no hay respuesta y no se da una solución.

El fax también da problemas, sólo admite el envío de una hoja por llamada, y la fotocopiadora lleva más de un mes averiada y los técnicos se han llevado incluso la tapa superior de la máquina, como muestran las fotografías que adjunta esta información. Esta avería impide, por ejemplo, que se pueda dar traslado a las partes de un procedimiento que cuenta con varios tomos que deben ser fotocopiados y, aunque a veces se acude en auxilio de la fotocopiadora del juzgado de al lado, no se puede acaparar la misma durante tres días para hacer todas las copias. "Lo que queremos es trabajar, no pasarnos todo el día hablando con los técnicos de la Delegación de Justicia", comenta una funcionaria.

Los trabajadores se quejan del mobiliario, porque les han traído armarios viejos y sillas usadas que han tenido que adecentar antes de poder usarlas, y ya no tienen sitio para guardar los expedientes, que se acumulan por los suelos como sucede en otros órganos de la capital sobrecargados con los pleitos relacionados con la crisis económica. Una funcionaria se ha traído de su casa un zapatero que ha adaptado a modo de estantería, para no tener que agacharse constantemente para alcanzar los pleitos.

Estos juzgados son los mismos en los que hace unos meses los funcionarios tuvieron que "traer su papel higiénico porque al juzgado de pueblo no llegaba" este suministro, lamenta Águila Fernández, presidenta de CSIF de Justicia en Sevilla.

Los problemas no sólo son técnicos. La plantilla de siete funcionarios -dos del cuerpo de Gestión Procesal, cuatro de Tramitación y uno de auxilio- es escasa para cada uno de los cuatro juzgados. Las bajas de los funcionarios no se cubren y una auxiliar ha estado dos meses cubriendo a una compañera de otro juzgado, con lo que el correo se ha acumulado al no poder atender ambos órganos. La situación se agrava aún más si se tiene en cuenta que estos juzgados prestan servicio a un total de 17 pueblos próximos y a una población de hecho que ronda las 150.000 personas, lo que hace que estos órganos reciban una carga de trabajo enorme, a pesar de contar con un juez y un secretario de refuerzo. El juzgado número 3 registra un volumen de entrada de asuntos en materia civil del 170%, según los módulos de entrada del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El juzgado número 1 registró en 2011 un volumen de entrada del 327% en materia Civil y de 141,49% en Penal, y este año lleva ya contabilizados unos 2.000 asuntos civiles, 1.900 diligencias previas y 700 juicios de faltas.

Todas estas carencias, comenta Fernández, se traducen en un mayor retraso y en perjuicios para el ciudadano. "¿Cómo se puede explicar a un ciudadano que la vista de su divorcio no será hasta junio de 2013, o que el juicio por un accidente de tráfico no se celebrará hasta 2014?", se pregunta la representante sindical, que ironiza al asegurar que si la Justicia de los pueblos "siempre ha estado resfriada por el trato de la Administración, cuando tienen que asumir algún caso extremadamente complejo, que no necesariamente ha de ser mediático, el resfriado se convierte en gripe".

stats