Este recorrido, al igual que su homónimo americano, tiene la facilidad de que puede realizarse en cualquier época del año; los pueblos que transita no acostumbran a sufrir grandes cambios durante las estaciones.

Estas localidades sevillanas son, además, algunas de las más pobladas de la región, por lo que otra de sus ventajas es que, sea cuando sea, siempre habrá gente cerca. 

Con un tiempo estimado de tres horas y media y una distancia en torno a 193 kilómetros, la Ruta 66 recorre La Algaba, Torre de la Reina, Guillena, Burguillos, Castiblanco de los Arroyos, Almadén de la Plata, El Ronquillo, El Garrobo, Arroyo de la Plata, Castillo de las Guardas, Aznalcóllar, Sanlúcar la Mayor, Espartinas, Gines y Castilleja de la Cuesta.

La Algaba

Es el primer pueblo de Sevilla desde el Norte. Más allá de ser un municipio eminentemente residencial, posee algunos puntos de interés turístico, ejemplo de ello es la Torre de los Guzmanes, construida en 1440 por Juan de Guzmán.

También es interesante visitar el Puente Viejo, oficialmente Puente Rodríguez de la Borbolla. Por su estado, ha estado cerrado al tráfico durante muchos años, pero se reabrió en 2011 y vuelve a ser una de las entradas por las que acceder a la localidad. 

Torre de la Reina y Guillena

La pedanía de Torre de la Reina pertenece al municipio de Guillena. Lo más emblemático de esta zona es el Cortijo Torre de la Reina, que en la actualidad funciona como hotel pero que, en su momento, correspondió al asentamiento de retaguardia de uno de los campamentos del rey Fernando III durante la conquista de Sevilla. 

Dicha fortaleza posee un gran valor por ser el único edificio rural de esta época en Sevilla y el único cortijo en toda España declarado Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1977.

Vistas desde el mirador del Calvario, en Almadén de la Plata.

Castiblanco de los Arroyos

Aquí se puede encontrar una zona de descanso y de ocio denominada Siete Arroyos, a unos cinco kilómetros de la localidad, en la antigua carretera de El Pedroso. La Zona de Ocio de Siete Arroyos se encuentra próxima al pantano de los Melonares y su entorno, un enclave para desconectar del mundo. 

Almadén de la Plata

Este pueblo con características típicas de la serranía sevillana encuentra su centro en la plaza de la Constitución, donde destaca la Iglesia de Santa María de Gracia, de estilo renacentista y barroca datada entre los siglos XVI y XVII.

Además, atesora el Mirador del Calvario. Situado a 645 metros de altitud, ofrece unas magníficas vistas a los visitantes  a las famosas canteras de mármol azul, rosa y blanco, explotadas desde época prerromana hasta la actualidad, donde se puede visitar la Cueva de los Covachos.

El Ronquillo

En los alrededores de este municipio se encuentra el Embalse de la Minilla. Allí, la antigua vía del tren que unía las minas de Cala con San Juan de Aznalfarache, aguarda convertida en la Vía Verde del Ronquillo. Esta ruta discurre a lo largo de 6 kilómetros y medio, y goza de unas vistas maravillosas.

Al final del recorrido, se esconde una antigua estación de ferrocarril, que actualmente se encuentra rehabilitada y, por tanto, visitable. 

Embalse la Minilla, en El Ronquillo.

Castillo de las Guardas

Esta antigua zona minera de piritas, posee en la actualidad en su término municipal algunas de las ganaderías más famosas del país, como la de Juan Pedro Domecq, Osborne o los hermanos San Pedro.

En su centro local, la Iglesia de San Juan Bautista domina el paisaje. Este templo religioso con apariencia de fortaleza se comenzó a edificar en el siglo XV y, en la actualidad, es una de las imágenes más emblemáticas de la zona. 

Aznalcóllar

El enclave de esta localidad es privilegiado ya que se encuentra rodeada del parque Natural de la Sierra

Corredor verde del Guadiamar.

Morena de Sevilla, el Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, el Corredor Verde del Guadiamar y el arroyo de los Frailes. Todo un compendio de belleza natural. 

Dentro de los puntos turísticos más destacados se encuentra el cerro del Castillo, al norte de la población, donde aún hay restos de una fortificación islámica de época medieval. Además, desde este lugar se puede divisar el Aljarafe y la campiña.

Sanlúcar la Mayor

De esta localidad muy próxima al centro sevillano destaca el conjunto histórico de las murallas Almohades, unas ruinas que datan del siglo XIII. Junto a ellas, la Iglesia de San Pedro del Castillo presume de ser la más antigua de Sanlúcar.

Castilleja de la Cuesta

La última parada antes de volver al punto de partida es Castilleja de la Cuesta, que codicia la casa en la que Hernán Cortés vivió sus últimos años antes de fallecer en 1547. De estilo neomudéjar y de apariencia fortificada, en la actualidad es un colegio, aunque aún se pueden visitar en su interior algunos recuerdos del conquistador.