seguridad ciudadana

Aldabonazo por Isla Mayor

  • El nuevo jefe de la Guardia Civil en Andalucía, Manuel Contreras, anuncia en su toma de posesión que será intolerante con cualquier tipo de corrupción, tras la detención de más de la mitad de los guardias civiles del pequeño municipio de las marismas.

Zoido y Sanz saludan al nuevo jefe de la Guardia Civil en Andalucía.

Zoido y Sanz saludan al nuevo jefe de la Guardia Civil en Andalucía. / Juan Carlos Vázquez

El general Manuel Contreras Santiago no llegó a citar explícitamente el caso de Isla Mayor. Ni falta que hizo. Cuando el general avisó de que no tolerará la corrupción, en la mente de todos los que estaban ayer en el patio del cuartel de Eritaña estaba la operación en la que cayeron cuatro guardias civiles de los ocho que conforman la plantilla de este pequeño pueblo de las marismas. Lo hizo en mitad de su discurso, durante el acto de toma de posesión de su cargo como nuevo jefe de la IV Zona de la Guardia Civil, territorio que comprende toda Andalucía más Ceuta y Melilla, ante el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, diversas autoridades civiles y militares, representantes de la sociedad civil sevillana y una tropa de agentes del instituto armado.

“Seré riguroso y en nada tolerante con aquellos que se aparten del camino de honradez que nuestros mayores han trazado a lo largo de la historia de nuestro cuerpo. Quienes así lo hagan traicionan a los ciudadanos y la confianza y el aprecio que hacia nosotros tienen, a sus compañeros que honradamente arriesgan su vida y, lo que es más grave, traicionan a aquellos guardias civiles que dieron su vida por los demás”, dijo el general.Contreras lleva la Benemérita en la sangre y en los genes. Nació en Martos (Jaén) mientras su padre terminaba la formación en la academia de guardias de la Guardia Civil de Úbeda. Se crió en una casa cuartel de Málaga y en Granada conoció a su mujer y se montó por primera vez en un helicóptero, que es una de sus pasiones. Ayer dijo estar feliz por encontrarse con su familia, en su tierra y ejerciendo su profesión. Destacó la labor de su antecesor, Laurentino Ceña, que ha ascendido a teniente general, y recordó que sus distintos destinos en unidades territoriales, algunas de ellas altamente especializadas, y puestos de gestión le han permitido tener una visión privilegiada de la Guardia Civil. Y la conclusión a la que ha llegado es que el principal activo de la misma son sus guardias. A los jefes de comandancia les recordó lo que les dijo su padre:“Seréis los mejores guardias civiles si sentís amor por los ciudadanos y pasión por vuestros subordinados”.Por ello, apuntó que luchará por mejorar las condiciones laborales de los agentes, que transmitirá las necesidades de los guardias a la superioridad, y que afronta su nueva singladura con “buen humor, disciplina y trabajo serio”. El director general del cuerpo, José Manuel Holgado, le recordó ayer su infancia. “¿Quién le iba a decir a aquel niño que iba a llevarle la comida a su padre, que estaba haciendo un servicio de puerta, que iba un día a mandar a toda la Guardia Civil de Andalucía?”.

Los agentes corruptos “traicionan a sus compañeros que dieron la vida por los demás”

Aquel niño repasó ayer los principales retos a los que se enfrenta el cuerpo en la actualidad: el yihadismo, el tráfico ilegal de inmigrantes, la violencia de género y el ciberterrorismo, entre otros delitos. La referencia a los que arriesgan su vida honradamente es también clara hacia los agentes que detuvieron recientemente a un conductor suicida en la A-92. También encaja perfectamente en ella el guardia Ignacio Rodrigo Pascual, a quien el ministro Zoido calificó ayer de “ángel” en su intervención. Este agente salvó la vida a un niño de tres años que se había atragantado en Mairena del Alcor. Al término del acto, explicaba que oyó gritos en casa de unos vecinos y, cuando llegó, vio al padre hablando por teléfono con el 061 y a la madre bloquada, en shock. “El niño ya estaba morado y se encontraba inconsciente”. Le practicó la maniobra de Heimlich, una técnica que consiste en colocarse detrás de la persona atragantada y comprimirle el abdomen para que expulse el objeto que obstruye el conducto respiratorio, y el niño expulsó un trozo de salchicha. “Ya empezó a respirar y fue recuperando la consciencia y al poco tiempo estaba ya bien. A la ambulancia le quedaban por lo menos cinco o diez minutos para llegar y el niño no creo que hubiera aguantado tanto tiempo. Afortunadamente todo salió bien”, comentaba ayer el guardia, destinado en el puesto de Los Alcores y que aquel día estaba fuera de servicio. “Los padres imagínese cómo están... Me regalaron una cesta de frutas y todo”.

Antes, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se refirió al yihadismo como la “mayor amenazada a la seguridad en España”, y destacó que ya son 676 los detenidos por este tipo de terrorismo desde los atentados del 11 de marzo de 2004. “Debemos de ser conscientes de que la seguridad absoluta nunca existe, pero puedo decirle a los españoles que hemos de estar tranquilos pues nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad dan muestras cada día de su profesionalidad y compromiso; les avalan, además, muchos años en la lucha antiterrorista”. Zoido nombró la detención de un presunto yihadista marroquí en San Sebastián, lo que consideró como un “ejemplo más” de la eficacia policial contra este tipo de terrorismo.

“No hay ningún indicio de que pueda producirse un atentado y, de hecho, el nivel de alerta continúa siendo de cuatro, no se ha modificado pero está claro que nunca bajamos la guardia”. Zoido recordó a los 431 guardias civiles y policías muertos por atentados terroristas en España, “cuyas miradas nos siguen interpelando para que no olvidemos lo sucedido y para que les demos, porque así lo merecen, todo nuestro desvelo y cercanía”, ha enfatizado. El ministro destacó que en Andalucía se cometen 39,6 infracciones penales por cada mil habitantes, la tasa más baja de los últimos doce años, un 3,4% por debajo de la media nacional y un 1,5% menos que en 2016.

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