La Guardia Civil ha detenido al presunto autor del homicidio de un joven de 20 años ocurrido el pasado 13 de enero en La Algaba. Se trata de un delincuente común del pueblo, conocido como el Nono, con antecedentes por tráfico de drogas. El móvil del crimen podría estar relacionado con un ajuste de cuentas por un robo de marihuana

Pocos datos han trascendido aún de la detención, ya que el juez de Instrucción 2 de Sevilla mantiene el secreto de sumario sobre el mismo. La víctima, de 20 años, era natural de Málaga pero mantenía una relación con una chica de La Algaba y frecuentaba este municipio desde hacía tiempo.

Todo apunta a que este joven se habría visto inmerso en un asunto turbio relacionado con las drogas, y en concreto con el cultivo y el tráfico de marihuana. El joven fue apuñalado la madrugada del 13 de enero en el barrio del Aral, una pedanía de La Algaba que en los últimos años ha sido escenario de varias operaciones antidroga.

Su cuerpo sin vida fue hallado en la calle Virgen del Valle. Una vecina llamó al servicio de emergencias 112 a las dos y media de la mañana para comunicar el hallazgo del cadáver. La Guardia Civil estableció un perímetro de seguridad en torno al cadáver, que fue levantado por la mañana y trasladado al Instituto de Medicina Legal de Sevilla para la realización de la autopsia.

Patrullas en la escena del crimen.

La investigación la ha dirigido el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de La Rinconada, que ha esclarecido este crimen en menos de dos semanas. Está previsto que el detenido pase a disposición judicial en las próximas horas.

El detenido fue arrestado en el año 2011 por un delito contra la salud pública. En la misma operación estuvo también implicado su hermano y otras tres personas más. Tenían alquilada una vivienda y habilitado el garaje como fumadero para drogodependientes. Los hermanos vendían cocaína y hachís a distribuidores de La Algaba y alrededores, y también a los toxicómanos en la vivienda alquilada.

En ese punto de venta, que quedó desmantelado, también se dedicaban a comprar objetos robados, principalmente joyas y herramientas, que aceptaban a cambio de los estupefacientes.