Provincia

La madre del descuartizador de Estepa: "Nos ha engañado hasta el último día"

  • Georgeta N. pide "perdón a la familia de la víctima, a Andalucía entera y al mundo" por el crimen de su hijo

  • La mujer teme represalias y solicita a las autoridades que la protejan durante un tiempo 

La Guardia Civil en la vivienda de la madre del arrestado en Estepa.

La Guardia Civil en la vivienda de la madre del arrestado en Estepa. / Antonio Pizarro

Georgeta N., la madre del asesino confeso de Rocío Caíz, pidió perdón este sábado a "a la familia (de la víctima), a Andalucía entera y al mundo" por el brutal crimen cometido por su hijo. Adrian N., ciudadano rumano de 23 años, mató y descuartizó a su ex novia, Rocío Caíz, de 17 años, en su domicilio de Estepa la noche del 2 al 3 de junio. Una semana después del asesinato, y después de proclamar públicamente su inocencia en innumerables ocasiones, confesó el crimen y se entregó.

"Me lo confesó a mí, y fui yo quien lo llevé a la Policía. Yo lo entregué cuando él me lo dijo a mí", dijo la madre, que ha llamado este sábado a Canal Sur Radio para pedir públicamente perdón y explicar que no supo nada de lo ocurrido hasta que su hijo no se lo confesó. "Nos ha engañado hasta el último día".

"Quiero decir que estoy sufriendo mucho. La madre (de la víctima) está sufriendo la pérdida de su hija. Pero yo sufro también como madre, porque es mi hijo. Él lo ha hecho, que lo pague. Pero yo no tengo la culpa de nada", expuso la madre del asesino, que también tuvo palabras de cariño hacia la joven asesinada. "A Rocío la tuve en mi casa desde los 13 a los 18 años (que cumplía el próximo 20 de junio). Sufro por Rocío y por Adrian. Que me perdonen. Estoy muerta en vida".

Georgeta añadió que tiene otro hijo de 14 años que lo está pasando muy mal. "Mi familia en Rumanía también lo está viviendo mal. Estoy mala del corazón. No sé si podré aguantar todo esto". La mujer pidió que no se tomen represalias contra ella ni contra su familia, pues siempre estuvieron al margen de lo ocurrido. "Que nos dejen vivir en paz, que nos dejen tranquilos, que no tomen represalias contra mí. Yo no tengo la culpa. Soy la madre, le di la vida, pero no soy culpable de lo que él ha hecho. No lo supe en ningún momento. Pido perdón, como madre, al mundo entero".

La madre del descuartizador teme que pueda haber una venganza contra ella y pidió a las autoridades que protejan a su familia durante un tiempo. "Ahora mismo no podemos vivir en nuestra casa. Tengo otra vivienda, un negocio, un niño que tiene que ir al colegio y ahora no tiene vida".

Sobre su relación con la familia de Rocío Caíz, explicó que no tiene ninguna porque confió en su hijo "hasta la última hora". Dijo que dos o tres días antes de que Adrian N. le confesara el crimen habló con la madre de la víctima y le pidió que le dijera si sabía algo de Rocío. "Quería que apareciera, no vivíamos tranquilos. Ha estado en mi casa desde los 13 años y se fue de ella a los 17 días de nacer el bebé".

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