Un salto al vacío para soltar adrenalina y disfrutar del paisaje

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Turismo activo. Entre 2.000 y 3.000 personas practican puenting anualmente en el Puente del Madroñalejo (Aznalcóllar), según datos de Paraíso Natural, empresa que también oferta escalada

1. Una mujer saluda a la cámara justo antes de tirarse por la tirolina del Puente del Madroñalejo. 2. Aznalcóllar es un referente en la modalidad de puenting. 3. Una fémina realiza escalada en roca con Paraíso Andaluz.
1. Una mujer saluda a la cámara justo antes de tirarse por la tirolina del Puente del Madroñalejo. 2. Aznalcóllar es un referente en la modalidad de puenting. 3. Una fémina realiza escalada en roca con Paraíso Andaluz.
Paco Núñez

06 de agosto 2016 - 01:00

El turismo activo, forma comercial de llamar al deporte de aventura, es una vía de ocio que se está empezando a explotar seriamente en la provincia de Sevilla. No en vano, la Diputación sacó recientemente una guía en la que el turista puede ver la infinidad de actividades que se pueden practicar en muchos de los 104 pueblos con información práctica abundante.

Por ejemplo, el rapel es un sistema de descenso por superficies verticales y sólo se requiere, -además de conocer la técnica adecuada-, llevar consigo el arnés y un descensor. Se utiliza en montañismo, escalada en roca, espeleología, barranquismo y otras actividades que requieren ejecutar descensos verticales. De esto sabe mucho Óscar García, dueño de la empresa Paraíso Andaluz, ubicada en Tomares, que recomienda el Cerro del Hierro (a caballo entre Constantina y San Nicolás del Puerto) para hacer escalada en roca: "Es un lugar único, porque hay túneles artificiales de la antigua mina. Es un galayar, un sitio geológicamente digno de ver". García adapta el paquete de actividades a cada nivel, desde las personas que se acercan por primera vez al mundo de la escalada hasta los especialistas, aunque reconoce que hay mucha gente que prefiere hacer rocódromo: "Tiene mucha demanda y es más fácil que viajar a la naturaleza". Así las cosas, Paraíso Andaluz cuenta con unos 50 clientes anuales de escalada en roca.

Sin embargo, el mayor negocio se encuentra en la modalidad de puenting. El lugar más demandado es el Puente de Madroñalejo, que atraviesa el Embalse del Agrio de la localidad de Aznalcóllar. El cliente tipo es un joven de entre 18 y 30 años "con ganas de soltar adrenalina". Entre 2.000 y 3.000 personas al año (la temporada fuerte es primavera-verano) se tiran desde el puente para disfrutar de una experiencia de turismo activo en un entorno natural extraordinario. Cuando desciende, el usuario se queda a un metro del agua, por lo que la empresa le da un salvavidas y se produce una especie de amerizaje. "Con este calor, no es lo mismo trabajar sobre un lecho seco que sobre el agua. De hecho, la gente se baña en el embalse y se está construyendo una playa artificial", añadió Óscar García.

En España, sólo pueden hacer puenting las personas de entre 14 y 60 años de edad, "lo que marca el seguro", aunque en países como Nueva Zelanda hay personas de 80 años que lo practican regularmente. Paraíso Andaluz tiene clientes para hacer puenting procedentes de Andalucía, Ceuta y el resto de España, así como de otros países de Europa, como Austria y Holanda.

De hecho, la televisión rusa estuvo recientemente en el puente de Aznalcóllar para grabar un programa de bodas en lugares exóticos.

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