Real Betis - Valencia CF | La previa

Aprovecha la ola, Betis

  • El Villamarín será una hoguera verde nunca antes vista para acercar a los anfitriones a la singularísima final del 25 de mayo

  • Carvalho y Canales no faltarán

Bartra, Lo Celso y Canales, en la sesión de ayer

Bartra, Lo Celso y Canales, en la sesión de ayer / Juan Carlos Vázquez

Crepita de ilusión esa llamarada verde y blanca que arde por siempre, como el fuego del pebetero olímpico, allá por Heliópolis. La mano de Julio Cardeñosa tuvo el mismo temple y genio que otrora su pierna izquierda cuando extrajo la segunda de las cuatro bolas del sorteo de semifinales. Esnaola sacó antes la de su Betis.

Quedaban en el bombo las del Valencia, el Madrid y el Barça, casi nada. Y Julio volvió a servir un enorme pase de gol al equipo donde se hizo leyenda. El penúltimo. “Valencia”. Fue decirlo y la mitad de Sevilla empezó a sentir un gustoso mariposeo en el estómago pensando en la final de Copa del 25 de mayo, singularísima para ellos porque será en el santuario de sus devociones.

Celebró el beticismo que el ídolo vallisoletano sacara la papeleta con el nombre del Valencia. Pero ojo. También en la capital del Turia se abrazaron ilusionados con ese gesto técnico, ese hábil golpe de muñeca. Béticos y valencianistas se van a mirar de tú a tú, de igual a igual. De hecho, en la Liga van casi a la par, dos puntos por delante ahora los heliopolitanos. Eludir al Real Madrid, que este año tiene especial apetito de Copa por sus circunstancias, y también al rey absoluto de copas, como es este Barcelona de Messi, ha disparado las expectativas de los litigantes de hoy en el Benito Villamarín. Y con absoluta legitimidad.

Por esa pregonada igualdad puede resultar más decisivo, si cabe, el papel de la afición. Mestalla suele oler a pólvora y no sólo por Fallas. El ambiente allí será infernal. Conviene, pues, que el Betis empiece a desbrozar el camino hacia tan especial final jugando un completo partido de ida. Y será más fácil competir a tope, sin bajar la guardia un solo segundo, si los parroquianos no se dejan un solo grito en la garganta. Y con más motivo, si echa el balón a rodar y los intereses se vuelcan a favor de los valencianistas, que puede pasar. Si hace una semana el Espanyol provocó que el personal se comiera el bocadillo con angustia en el intermedio, con más razón lo puede hacer el revitalizado equipo de Marcelino García Toral, con un arsenal mucho más intimidatorio.

Alineaciones. Alineaciones.

Alineaciones.

De eso se trata. De que esos 54.000 béticos, más o menos, intimiden al forastero al tiempo que impulsan a los suyos. Una victoria por la mínima, visto el desempeño bético fuera de casa, puede valer. Incluso un empate a cero, en el fútbol moderno, no es mal resultado para el que juega la vuelta fuera.

No es cuestión baladí que Joel Robles deje hoy su portería a cero, pero mal haría el Betis en obsesionarse con eso. Porque un tanto en contra puede brotar del lance más inopinado y enfrente estarán Rodrigo, Santi Mina, Cheryshev y dos medios con gol, Parejo y Soler. Hoy, más que nunca, el Betis debe ser fiel a sus señas. Las que lo han llevado a las puertas de ese histórico partido. Y Setién, que sólo atiende a lo que le diga Eder Sarabia, les va a enfatizar eso mismo antes de que el balón ruede: que su Betis sea más genuino si cabe.

Ayudará a ello que dos de los puntales de este emergente equipo, William Carvalho y Canales, se entrenaron con normalidad ayer y, seguramente, van a estar disponibles para actuar de salida. Setién no lo confirmó al cien por cien, pero sería una gran sorpresa que no saltaran a la yerba cuando resuene, más fuerte que nunca, el himno bético a eso de las 20:55.

Quien no podrá estar, casi seguro, es Feddal, aquejado de gripe. La duda de si el cántabro tiraría del marroquí en detrimento de Sidnei por el peligro del Valencia a balón parado queda despejada.Otra pieza clave del engranaje bético, Júnior, ya demostró en su rato ante el Atlético que está a tono para tamaña exigencia. Volverá al carril siniestro. En el opuesto, Barragán parece por delante de Francis, sobre todo viendo que por delante, junto a Carvalho, Canales y Lo Celso, que son fijos, lo normal es que salga también Guardado para que el argentino adelante su posición y se acerque más al único punta, Loren. Sobre el papel, Joaquín y Sergio León quedan para volver a ser los fantásticos revulsivos que ya fueron ante el Espanyol.

Esa prórroga de hace una semana, la mano templada de Cardeñosa y ese regalo añadido ante el Atlético han encaramado al Betis a una majestuosa ola que debe aprovechar como sea para plantarse en una singularísima final. La más especial de la historia bética.

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