El Betis firmó ante el Valencia el partido más completo de la temporada para conseguir una victoria merecida con subidón final para alegría de su parroquia. Un triunfo que sirvió para que la figura de Rubi tome peso después de dos semanas de parón nada fáciles de gestionar para el técnico de Vilasar de Mar, que además de la falta de apoyo público del club se encontró con esa noticia del viaje de los dos consejeros delegados, Ángel Haro y José Miguel López Catalán, a Bilbao. Por ello, esa soledad que emana desde la propia planta noble hacia su técnico, tras ganar al Valencia, ha tenido como efecto un apego más fuerte en torno a Rubi por parte de la grada, sobre todo de ésa que no comulga con la idea de la posible vuelta de Quique Setién.

Ya en el encuentro ante el Celta, pese a la agónica victoria, los cánticos estuvieron enfocados siempre hacia el palco y en ningún momento se escuchó alguno hacia Rubi, cuyo equipo ha sumado 7 de los 12 puntos en los últimos cuatro partidos, mostrando bastante mejoría, como ante el Valencia. Frente al cuadro de Celades se vio un Betis intenso, vertical, agresivo y ofreciendo imagen de equipo, de saber a qué jugar, teniendo la pelota, dándole esa pausa al juego para el pase correcto... En líneas generales, darle más continuidad a lo largo del partido a las virtudes que tiene un equipo en el que Rubi mostró valentía por apostar por Édgar desde el inicio para realizar una función que hizo de forma correcta entre los centrales y como pivote, además de hacer una buena lectura de partido a pesar de tener que hacer dos cambios obligados por problemas físicos.

Los siete puntos de 12 obtenidos y la buena imagen ganando al Valencia otorgan crédito al técnico bético

A todo eso se le unió el buen hacer de Canales, que está recuperando con el paso de cada partido su mejor nivel, que Joaquín tiró del carro, Fekir dio muestras de su calidad y Álex Moreno está confirmando que en lo que va de Liga es el mejor fichaje del Betis. Así, en el campo se vio reflejado ese feeling del que en la previa del partido habló Rubi que existe desde no hace mucho tiempo: "Desde que estoy aquí, en las dos o tres últimas semanas me siento en máxima sintonía con mis jugadores". De esa conexión sale ganando un Betis de Rubi que a pesar de las bajas, con los fichajes estrella a la espera de aportar mucho más y con un centro del campo cuya falta de aptitud deja al equipo verdiblanco descompensado y desequilibrado, sólo tiene tres puntos menos (16) que la pasada temporada (19) tras 14 jornadas.

El poco respaldo público del club a Rubi genera en parte de la grada unidad en torno al catalán y rechazo al pasado

Precisamente, ante el Valencia se vio una vez más el problema que tiene el Betis en el centro del campo, donde requiere para el mercado de invierno la necesidad de incorporar dos futbolistas (un 6 y un 8) que doten de consistencia y buena salida de la pelota a un equipo verdiblanco donde Guardado sigue dejando constancia de un nivel de juego en línea decreciente, muy lejos de su mejor versión.

Rubi y sus pupilos piensan ya en lograr un nuevo triunfo en Mallorca para escalar puestos en la tabla

Rubi"Pienso sólo en el Mallorca, sólo me centro en el próximo partido… Una victoria más nos daría un poquito de oxígeno y nos permitiría escalar posiciones en la clasificación", comentó el técnico del cuadro bético al final del partido del pasado sábado, siguiendo los jugadores en zona mixta el mismo discurso que Rubi, que con el triunfo ante los de Mestalla dio un portazo a la denominada soledad del entrenador.