Un poquito de dignidad

Sevilla/El Betis, con la resaca del derbi todavía muy presente, recibe esta noche al Granada, en un Benito Villamarín que estará vacío, con la imperiosa necesidad de conseguir un triunfo que aleje cualquier fantasma con respecto a la zona baja, ya que los verdiblancos están a diez puntos de los puestos de Liga Europa y ocho por encima del descenso.

Y ganar también demostrando algo de amor propio y dignidad, después de la imagen tan lamentable ofrecida en el Ramón Sánchez-Pizjuán, y al menos competir, lo mínimo exigible, algo que no hizo el equipo heliopolitano ante el Sevilla. Más bien todo lo contrario, fue un reflejo en la hierba de lo que es como club ahora: muy lejos de lo que deber ser el Betis.

Y después, lo esperado. Rubi fue en el centro de la diana tras el bochorno en Nervión y empezaron otra vez a sonar nombres de entrenadores para la próxima temporada con el fin de desviar la atención hacia los dos máximos responsables que tienen al Betis bien anclado en la mediocridad. El técnico de Vilasar de Mar, con su parte de culpa, va camino de ser otra víctima más de un club que sigue navegando a velocidad de crucero en la nada más absoluta, y hoy, como en otras ocasiones durante el curso, y como si de un bucle se tratara, Rubi tiene ante sí otra vida extra para alargar un periplo que podría acabarse si los verdiblancos no son capaces de conseguir los tres puntos. Ni más ni menos, la película de toda la temporada.

Así camina el Betis de Haro y Catalán, planificando la próxima temporada a la vez que con cierto miedo e intranquilidad tras la imagen dada hace cuatro días. Y no sólo a nivel táctico, sino a nivel físico, con un estado de forma en la mayoría de futbolistas que dejó mucho que desear, después del discurso lanzado desde el propio clubheliopolitano del buen trabajo hecho durante el confinamiento y en la vuelta a la ciudad deportiva. Los primeros diez minutos duró el Betis en Nervión. A partir de ahí, desaparecido, sin presencia en el área rival, sin disparos a puerta ni peligro real... Sólo algo con 2-0 ante un Sevilla más que cómodo en el campo y defendiendo con orden.

Así, de cara al posible once bético de esta noche, aparecen ciertas dudas. En principio, Joel estará otra vez en la portería. Emerson seguirá en el lateral derecho y en el izquierdo podría entrar Pedraza en lugar de un Álex Moreno que fue cambiado exhausto el pasado jueves. Bartra repetiría y con Sidnei como baja, Feddal y Mandi se disputan el otro puesto. También en el puesto de pivote hay dudas, ya que Guido firmó una actuación bastante gris ante el Sevilla y Édgar podría tener su oportunidad si está mejor físicamente de sus problemas musculares. Guardado y Joaquín también tienen muchas opciones de ser de la partida por Aleñá y Tello, Fekir repetirá y arriba, la eterna duda entre Loren y Borja Iglesias.

En el Granada, los principales problemas están en la medular, pues a la ausencia ya conocida por lesión de Ángel Montoro se une la baja por sanción de Yangel Herrera y la duda de Gonalons, sustituido ante el Getafe con problemas físicos. Además del galo, también es duda el extremo ex bético Álvaro Vadillo, que no jugó el viernes por una contractura, mientras que las otras ausencias seguras por lesión son los laterales Álex Martínez, Quini y el turco Ismail Koybasi, junto al central colombiano Neyder Lozano.

Entrará de inicio en el doble pivote el camerunés Eteki y también habrá sitio para Fede Vico o Azeez. Lo previsible es que Diego Martínez mantenga la defensa de tres centrales y dos carrileros utilizada en los partidos más recientes y que de inicio se quede en el banquillo Carlos Fernández o bien Roberto Soldado. Así se presenta una cita bastante importante para un Betis obligado a competir y ganar para no complicarse la vida en la tabla.