La crisis económica derivada de la pandemia ha provocado que todos los clubes echen mano de la calculadora y en el Betis también se manejan diversos escenarios para esta temporada. De hecho, el club verdiblanco no descarta entrar en pérdidas en el ejercicio 20-21, después de que los traspasos, entre ellos el de Giovani Lo Celso, salvase el balance de la 19-20, que se ha cerrado con unos beneficios cercanos a los 5 millones de euros.

"Intentaremos conseguir un resultado de cero, pero unas pérdidas de cuatro o cinco millones no son descartables, aunque serían perfectamente asumibles", ha asegurado Ramón Alarcón, director de negocio del Betis a palco23.com, la web especializada en la economía de los clubes de fútbol y que realiza un análisis de la situación de la entidad heliopolitana.

Según esta información, el Betis ha cerrado el ejercicio 2019-2020 con una cifra de negocio de 107,8 millones de euros, lo que supone un 1,1% más que en la temporada anterior, cuando facturó 106,6 millones de euros. Eso sí, para la actual temporada la entidad prevé facturar unos 90 millones de euros y queda a la espera de las posibles salidas antes del 30 de junio para intentar salvar el ejercicio.

La venta de activos ya ha sido recurrente en el Betis en los últimos años, con un modelo de negocio que pasaba por esa inversión en jugadores que luego se revalorizaban. Los malos resultados deportivos de los dos últimos años, con el equipo fuera de la lucha por los puestos europeos, y la pandemia obligan a rectificar el modelo a largo plazo, aunque el club sí espera cuadrar el balance de la 20-21 con ventas antes del 30 de junio. En la temporada 2018-2019, los ingresos totales llegaron a los 140 millones de euros si se le suman los ingresos por venta de jugadores a la cifra de negocio, mientras que este 2019-2020 las salidas inflan los ingresos por encima de los 190 millones de euros, según ha asegurado el propio Betis.