El Betis, siempre un paso por detrás

El partido del Betis | Análisis

El Betis jamás encuentra el pulso y acaba superado por el físico rival

Así jugaron los futbolistas del Betis

Aleñá conduce la pelota ante Óliver Torres.
Aleñá conduce la pelota ante Óliver Torres. / Antonio Pizarro
Samuel Silva

12 de junio 2020 - 06:55

Sevilla/Apenas dos minutos aguantó el Betis en el derbi, con esa presión alta con la que inició el duelo, pero que fue quedando en una intención inicial ante la inferioridad física en cada faceta del juego. No sólo se puede apuntar a una cuestión de preparación, sino a la calidad atlética de la que dispone cada equipo. De la distancia que existe, por ejemplo, entre Fernando, Joan Jordán y Ocampos con respecto a Guido Rodríguez, Aleñá o Fekir.

El Betis fue un paso por detrás del Sevilla en cada jugada y sólo la falta de eficacia local, un mal endémico en Nervión esta temporada, permitió que el Betis estuviera en el partido hasta el minuto 56, en el que se produjo ese penaltito de Bartra sobre De Jong que Mateu Lahoz sí decidió que era suficiente.

La pizarra del Betis
La pizarra del Betis / Elaboración propia: Dpto. de Infografía

Si esa polémica jugada le sirvió al Sevilla para adquirir ventaja, el resto de lo que sucedió en el campo fue una debilidad bética, con un primer tiempo en el que le costó fatigas iniciar el juego sin recurrir al balón en largo. Sólo con el 2-0, y ya con Diego Lainez y Joaquín sobre el campo, el Betis intentó rebelarse, aunque apenas contabilizó remates sobre la portería de Vaclík.

Defensa

Aunque Bartra y Sidnei, y posteriormente Feddal, se fajaron bien en el cuerpo a cuerpo, el Betis acabó cediendo el partido en dos acciones a balón parado, una debilidad ya exhibida antes.

También padecieron los laterales béticos, sobre todo un Álex Moreno superado por Ocampos desde el inicio, aunque también Munir le buscó las cosquillas a Emerson, lo que provocó que el brasileño ayudase menos de lo habitual en acciones ofensivas.

La principal carencia bética fue la incapacidad para presionar sin balón. Sin jugadores con un perfil de recuperación, los verdiblancos siempre quedaron a merced de lo que propuso el equipo de Lopetegui.

Ataque

Apostó Rubi por un perfil creativo y ofensivo en el once inicial, pero el Betis apenas pisó el área rival, ante su falta de clarividencia para generar fútbol en la medular. Con Guido Rodríguez con muchas dificultades en el inicio del juego, a Aleñá le faltó presencia, lo que dejó a Canales demasiado solo, ya que el tridente ofensivo –Fekir, Borja Iglesias y Tello– ofreció escasas soluciones con balón o al espacio.

Únicamente ya con Joaquín y Diego Lainez, y también con un Sevilla que dio un paso atrás con dos goles de ventaja, el Betis se estiró hacia la meta rival y así llegó el único disparo a portería, con un inocente intento de Pedraza o la mejor ocasión en un disparo de rosca del portuense.

Virtudes

El intento de reacción final.

Talón de Aquiles

La diferencia con la que se llegó al derbi en la clasificación se trasladó al terreno de juego, con un Betis incapaz de generar con balón y al que lo penalizó su inferioridad física.

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