La crónica del Bayer Leverkusen-Betis

Si algo podía salir peor, roja a Fekir (4-0)

  • El Betis cae goleado en su visita a un Bayer Leverkusen que lo superó a base de velocidad y toque desde el primer minuto hasta el último 

  • El joven Wirtz enloqueció al cuadro de Pellegrini y la estrella francesa puede perderse los partidos decisivos por su absurda expulsión final

Fekir se lamenta mientras el Bayer Leverkusen celebra uno de sus goles.

Fekir se lamenta mientras el Bayer Leverkusen celebra uno de sus goles. / Sascha Steinbach | Efe

Debacle agudizada por el final del Betis en Leverkusen. Los verdiblancos no sólo cayeron goleados con sonrojo frente al Bayer, sino que también, y no se sabe qué es peor, también perdieron a Fekir para un partido por los menos, pero cuando se trata de la UEFA no se sabe cómo son esos castigos, pues suelen ser duros en sus sanciones. El francés cometió una acción imperdonable con el marcador absolutamente decidido y multiplicó el dolor para todos los suyos por algo de difícil explicación pese a la falta continuada de un provocador Demirbay.

Un futbolista del nivel de Fekir tiene que mantener la mente fría cuando se está hirviendo por el dolor de una goleada encajada. Porque la estrella del Betis será muy necesaria en los compromisos que restan frente al Ferencvaros y el Celtic y lo más probable es que se vea obligado a ausentarse y no poder echarle una mano a todos los suyos en la pelea por esa segunda plaza que sí sigue dependiendo de los verdiblancos.

Fue el colofón para otra noche para mandarla al baúl de la amnesia, para olvidarla lo antes posible, porque la sensación de inferioridad fue absoluta por segunda vez en apenas cuatro días. La escuadra de Manuel Pellegrini sufrió otra goleada en ese breve espacio de tiempo por la sencilla razón de que fue superado de punta a punta por la velocidad y el toque de un Bayer que sencillamente lo desarboló.

El resultado, pésimo lógicamente, tiene solución, porque los béticos siguen dependiendo de sí mismo para clasificarse, pero también es cierto que la opción de acabar primeros y evitar una ronda antes de llegar a los octavos de final se ve ahora como algo mucho más remoto que antes de comenzar este pulso en el BayArena. Y, sobre todo, con la ausencia del futbolista capaz de decantar la balanza por sí solo.

Wirtz, la joven estrella alemana, se lleva el balón ante Guido Rodríguez. Wirtz, la joven estrella alemana, se lleva el balón ante Guido Rodríguez.

Wirtz, la joven estrella alemana, se lleva el balón ante Guido Rodríguez. / Sascha Steinbach | Efe

Pero nadie, absolutamente ninguno de los aficionados que pudieron ver en directo este litigio entre el Bayer Leverkusen y el Betis, tendrá la menor duda respecto a la justicia del marcador final. Que los béticos pudieron meterse de lleno en la pelea de haber entrado la falta directa lanzada por Fekir al larguero (67’), por supuesto que sí, pero en el cómputo global de acercamientos de unos y otros a las proximidades de los guardametas, queda muy claro que los alemanes fueron tremendamente mejores que los hombres que defienden la elástica verdiblanca.

Fue así desde el minuto uno hasta que el protestado inglés Anthony Taylor hizo sonar su silbato tres veces para finiquitar aquello después de la trifulca que se había formado por una falta en las cercanías de los banquillos de ambos equipos. Tal vez convenga empezar por ese final y resaltar la innecesaria acción de Fekir al responder a la provocación de Demirbay cuando éste le tocó el balón después de una falta reiterada. La reacción del francés fue desproporcionada y esa insensatez no sólo la va a pagar él, también la sufrirán sus compañeros y todos los que sienten en verdiblanco.

Pero Fekir lo que hizo fue ponerle el rostro a la debacle que había sufrido todo su equipo a pesar de comenzar con buena pinta tras el disparo de Borja Iglesias en el minuto 4. Pellegrini había vuelto a apostar por las rotaciones masivas e introducía en el campo a Rui Silva, Bellerín, Bartra, Víctor Ruiz, Miranda, la zaga al completo, Guido Rodríguez, Joaquín, Aitor Ruibal, Fekir y Borja Iglesias, futbolistas que no habían estado en el equipo inicial frente al Atlético. Nada más y nada menos que diez jugadores respecto al domingo, pues sólo repetía William Carvalho.

¿Excesivo? Quien la lleva la entiende y ya explicaba el veterano entrenador chileno en los vestuarios del Wanda Metropolitano que sus decisiones se fundamentan en los datos médicos y técnicos para evitar la posibilidad de lesiones y también para dosificar las fuerzas de todos los suyos. El hecho es que cuando menos parece exagerado variar en diez piezas una alineación, sobre todo cuando al final se registra en el marcador un cuatro a cero, pero tampoco la censura debe ser desmesurada cuando tantas veces los resultados habían sido positivos.

Pero esta vez el Betis se iba a ver desbordado desde el principio por la chavalería de un Bayer Leverkusen magníficamente llevado por un chaval de 18 años que atiende por Florian Wirtz. El delantero, mediapunta, cerebro o lo que sea, fue un verdadero dolor de cabeza en todo momento tantos para los centrales como para la pareja de medios centro integrada por William Carvalho y Guido Rodríguez. Aparecía por todos los lados para originar superioridades y continuas oportunidades de gol en las cercanías de Rui Silva.

El cuadro de Pellegrini se fue salvando a pesar de todo y estuvo a punto de llegar al ecuador con las tablas iniciales. Incluso Hradecky le había hecho un tremendo paradón a Fekir. Pero una vez fue por la acertada corrección del VAR al auxiliar en un fuera de juego de Frimpong, otras ocasiones era por la valentía de Rui Silva en sus salidas fuera del área y en el resto por la imprecisión, o el egoísmo, de los jóvenes integrantes de este Bayer Leverkusen… Lo cierto es que se aproximaba ese cero a cero al intermedio cuando en una de esas llegadas Wirtz le puso un balón espléndido a Diaby, otra jaqueca aguda como en la ida, para que éste empalmara con la derecha.

El marcador ya reflejaba la superioridad del Bayer y Pellegrini trató de solventarla con la entrada de Canales y Álex Moreno por el ausente William Carvalho y por un Miranda que ha bajado muchos enteros en la escala de su entrenador. El Betis apuntó buenas cosas en la reanudación, incluso se aproximó a Hradecky, pero fue castigado por otro gol de Diaby tras tocar el balón en Víctor Ruiz y con la sensación de un posible fuera de juego previo de Hincapie.

El gol subió al marcador y ya todo pareció cuesta arriba pese a que Fekir lanzaba al larguero una falta directa y a que Hradecky le hacía una gran parada a Bartra en el minuto 85 aún con 2-0. Fue el preámbulo para la hecatombe final, para los goles de Wirtz y de Amiri. El Betis era incluso humillado en Leverkusen y el orgullo de Fekir no lo soportó. Si algo podía salir peor, pues así sucedía. Todo depende de los verdiblancos, pero el panorama en esta Liga Europa ha tornado a oscuro.  

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