Betis-Alavés | La crónica

El Betis sigue atascado en casa, aunque ofrece algún brote verde (0-0)

  • La entrada de Bakambu dinamizó una segunda mitad que mejoró en la producción de ocasiones a un primer acto contra el ordenado Alavés que había recordado a la cita europea del jueves

  • Con la añoranza presente de Isco, Miranda y el congoleño pudieron marcar, pero ambos se toparon con dos grandes intervenciones de Sivera

  • Así le hemos contado el Betis-Alavés

Bakambu dispara con la derecha en su debut y obliga a Sivera a sacar una mano extraordinaria.

Bakambu dispara con la derecha en su debut y obliga a Sivera a sacar una mano extraordinaria. / Juan Carlos Muñoz

Nuevo partido del Betis ante su público sin triunfo en una racha de ocho encuentros seguidos con la salvedad del 1-0 al Granada. Los verdiblancos están atascados en casa y no pudieron pasar del empate frente al Alavés en una cita en la que se volvieron a quedar a cero en el balance goleador y en la que sólo estuvieron cerca del triunfo en situaciones esporádicas a lo largo del segundo periodo. Eso sí, la aportación de Bakambu en el rato que estuvo en el césped no fue una mala noticia para Manuel Pellegrini.

El delantero congoleño rozó el gol en el minuto 86 con un disparo cruzado que se fue desviado por muy poquito, porque lo rozó Sivera en una intervención extraordinaria que ni siquiera mereció el castigo de córner para el singular Busquets Ferrer, y sus prestaciones dieron pie a la esperanza. Ofrece movilidad arriba y también tiene inteligencia en la apertura de esos espacios. Nada que ver con la presentación como local de Chimy Ávila, que pasó mucho más desapercibido, entre otras cosas porque se trata de un futbolista que necesita una referencia al lado para ofrecer un rendimiento mayor.

El disparo de Bakambu fue la segunda oportunidad clarísima que tuvo el Betis en el segundo periodo, en el primero se fue a cero en ese contador de opciones diáfanas. Ya había podido marcar Miranda en una buena jugada de Fornals por la banda derecha (47'), pero el remate, a bocajarro, fue detenido por Sivera sobre la misma raya en otra gran intervención. 

El recuerdo de la Conference

Era el comienzo del segundo periodo, pues, y todo indicaba que el juego no iba a tener nada que ver con el parsimonioso primer acto. Porque el Betis-Alavés iba a parecer casi una prolongación del partido disputado contra el Dinamo de Zagreb en la primera mitad. Los actores eran muy diferentes, también la presencia de béticos en las gradas del Benito Villamarín, cerca del doble, pero el fútbol se iba a asemejar bastante al del jueves. Muchos toques por el medio, la sanísima intención de atacar, pero prácticamente ni una sola oportunidad clara de gol para unos y otros.

Pellegrini había refrescado el equipo con la presencia de Bellerín, Sokratis, Marc Roca, Pablo Fornals y Chimy Ávila, cinco de los diez futbolistas de campo, el canon de refrescos en partidos trascendentes y esta cita contra el Alavés lo era por la importancia de los puntos para los objetivos que se plantean los verdiblancos en el torneo liguero.

Y el arranque sí iba a ser prometedor, Fekir sólo necesitó un par de minutos para realizar un control peligroso en el interior del área vitoriana, pero su centro fue muy endeblito, a las manos de Sivera. No era una mala carta de presentación para los béticos en su afán por lavar la imagen que ofrecieron en el estreno en la Conference League, pero se iba a convertir en un espejismo con el paso de los minutos.

Porque el Alavés, muy bien puesto sobre el campo bajo un dibujo de 1-4-1-4-1 en el que Blanco ejercía de líbero en el centro del campo y Samu Omorodion peleaba por todas las pelotas aéreas para tratar de posibilitar la salida de sus compañeros, iba a incomodar mucho al Betis. No era tanto que los visitantes fueran superiores como que sí fueron capaces de desconectar el juego de los locales.

Añoranza de Isco

Ahí, en esa fase tan prolongada, era en la que se echó muchísimo de menos la figura de un malagueño nacido en Arroyo de la Miel y que responde futbolísticamente por Isco. El Betis está huérfano de ese faro en el centro del campo, de ese futbolista que acude a mil partes para convertirse en la pieza clave de toda la maquinaria. Y por supuesto que se nota su ausencia, faltaría más. Como también las de Ayoze y Guido Rodríguez, que suman tres futbolistas muy importantes para Pellegrini, para que no se añore más de la cuenta que no están en el once inicial.

En la teoría, Fekir debe ser el sustituto en esa labor de imán del juego, de polo receptor de todos los balones, pero el francés, a día de hoy, aún no está en condiciones para volver a ser lo que ya anteriormente fue, es decir, el acaparador de todo el fútbol de este Betis. Por ahí, lógicamente, se agudiza el problema, pero también es verdad que el mago de origen argelino tiene un golpeo con su pierna izquierda que puede desenredarlo todo en cualquier córner o en alguna falta lateral. Sin ir más lejos, las principales inquietudes de Sivera llegaron a través de esa vía a balón parado.

Pero el partido no acabó de abrirse, entre otras cosas porque no se podía contabilizar ni una sola llegada peligrosa para ninguno de los dos equipos. Por eso el remate de Miranda salvado por Sivera en la misma raya abrió la espita de la esperanza hacia un fútbol más vistoso.

Más dinamismo

Así fue, los verdiblancos estuvieron muchísimo más dinámicos y sí fueron capaces de poner en aprietos a la defensa del Alavés, hasta entonces muy cómoda. Tanto que Johnny tuvo un remate franco para adelantar a los suyos, pero el brasileño optó por buscar la seguridad en su disparo y permitió que Gorosabel lo repeliera con comodidad (53').

Pellegrini lo iba a intentar todo, fue moviendo las piezas hasta jugar con dos delanteros como Bakambu y Willian José, además de Fekir de enlace con el único medio centro, Johnny, ya que Marc Roca fue uno de los sustituidos. El entrenador chileno corrió riesgos y puso el partido en una situación en la que lo mismo podía salir cara que cruz, dado que el Alavés tenía más facilidades para salir a la contra.

Pero al final no fue ni una cosa ni otra, todo concluyó con el cero a cero inicial y con una mejoría esperanzadora por parte del Betis en la segunda mitad. Los datos no mienten y sólo un triunfo, entre las tres competiciones, han logrado los verdiblancos en sus ocho últimas citas caseras, pero tal vez convenga quedarse con lo más positivo, ya queda una menos para recuperar a Isco, Ayoze y Guido Rodríguez y el debut de Bakambu da pie a la esperanza.

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