Todavía quedan algo menos de tres semanas para el inicio liguero, pero el Betis de Quique Setién tiene trabajo por delante para asimilar la idea de trabajo del nuevo técnico. Las dudas atrás, pese a una ligera mejoría ante el Besiktas, o la falta de profundidad, uno de los mayores problemas en casi todos los partidos, aparecen como aspectos negativos de este Betis, que sí se va pareciendo a lo que desea el técnico en aspectos como la salida de pelota.

Con una participación testimonial de jugadores llamados a ocupar un espacio relevante, como Guardado o Sanabria, a la vez que se espera al lesionado Tello y a los refuerzos que también busca Lorenzo Serra Ferrer, Setién ha venido utilizando a numerosos jugadores del filial, que han enseñado buenas maneras aunque deberán seguir formándose con José Juan Romero en una categoría como la Segunda B.

La plantilla bética se marcha hoy hacia Alemania después de trabajar en Sevilla

La plantilla verdiblanca pondrá hoy rumbo a Alemania, donde trabajará con tranquilidad hasta el viernes para luego disputar dos encuentros -ante el Eintracht de Fráncfort y Stuttgart- durante el fin de semana. Durante la nueva concentración, Setién tratará de ir afinando el que será su once inicial en el campeonato liguero, siempre a la espera de las nuevas incorporaciones, sobre todo en la medular, una zona clave en su sistema.

De momento, el técnico cántabro ha apostado por un 4-3-3, en el que la posición con más dudas ha sido la de pivote, por la que han pasado jugadores como Brasanac, Guardado y De la Hoz principalmente. En la zaga, Setién ha ido otorgando oportunidades a todos los centrales, aunque sin alcanzar la fiabilidad deseada y al equipo le han generado peligro sin exponer demasiado los rivales.

En el juego posicional, al cuadro verdiblanco le ha faltado fluidez y también velocidad para desbordar, con Durmisi y Nahuel como los dos jugadores con mayor capacidad de desequilibrio.