Barcelona - Betis | La crónica

Juan Miguel invita al Betis a mirar a las estrellas (0-1)

  • Un primoroso contragolpe de Canales que culmina el goleador premia la valentía del Betis, que con su victoria en el Camp Nou cruza el umbral para aspirar a la Champions

  • Partidazo de Bartra y Víctor Ruiz atrás

  • Vídeo resumen del Barcelona-Betis

Juanmi salva la salida de Ter Stegen para hacer el gol del triunfo bético.

Juanmi salva la salida de Ter Stegen para hacer el gol del triunfo bético. / Efe

La valentía, el arrojo, la fidelidad a un estilo rabiosamente ofensivo premió al Betis con un triunfo de puro platino en el Camp Nou que dispara sus expectativas. Lo hizo con un gol de bellísima factura, digno del partidazo que se marcaron los de Manuel Pellegrini. Un contragolpe primoroso que desató Sergio Canales por la derecha, prolongó Tello y culminó el delantero español más en forma hoy, Juanmi, ese Juan Miguel que ya ha entrado en el corazón de los béticos. Canales pisó el área desde el extremo derecho tras progresar raudo, quebró la oposición de Frenkie de Jong con un taconazo para acomodarse el cuero al perfil suyo, el izquierdo, y abrió a Tello. El catalán, a su vez, tenía cantada otra apertura a la siniestra para que Juanmi hiciera lo que mejor hace, encarar y enviar la pelota a la red. No hacía falta un golpeo violento. Se trataba de asegurar. Ter Stegen salió a tapar pero sabía que estaba vendido. Y más ante Juan Miguel, que acomodó su cuerpo, abrió el pie derecho y con calidad y sangre fría alojó la pelota en la jaula. Corría el minuto 79.

Sólo tuvo una más el Barça para responder y al menos igual el partido, fue al minuto del tanto bético y sobrevino por un pase raso de Dembélé desde la derecha que Abde golpeó fuerte pero arriba, cerca de la escuadra derecha de Rui Silva. Ahí murió el Barça de Xavi. Y ahí disparó sus expectativas el Betis hasta las mismísimas estrellas. Los verdiblancos ya enseñan los ropajes de todo un candidato a acabar entre los cuatro primeros. ¿Por qué no? No exageraba Jordi Alba al considerar a los verdiblancos como un rival directo esta temporada, porque el Betis madura, crece partido a partido hasta evidenciar que ha cruzado el umbral: sí que le compite y le gana a los de arriba.

El muñidor de todo, Manuel Pellegrini, ocupó el enorme vacío de Nabil Fekir con Sergio Canales, para que Andrés Guardado formara dúo más atrás con Guido Rodríguez. Y el hombre que sustituyó en la alineación al campeón del mundo con Francia vino a ser Aitor Ruibal, cuyo despliegue y generosidad en la banda, arriba y abajo, era una virtud que el preparador chileno tuvo muy en cuenta.

No anduvo cómodo el Betis en el primer cuarto de hora. Salió este nuevo Barça de Xavi Hernández con una propuesta dinámica y con la frescura que le daba la acusada juventud de muchos de sus integrantes: Dest, Araujo, Nico, Gavi, Abde. Con Busquets al mando, trató de apretar lo más arriba que pudo, con Depay abriendo huecos con su movilidad de espaldas, Coutinho yendo de fuera hacia dentro desde la izquierda y Abde tratando de superar a Álex Moreno en los duelos individuales. Pero fue más ruidosa que peligrosa la puesta en escena del Barça, traducida en un centro de Jordi Alba desde la izquierda que Coutinho remató al primer palo con más dirección que fuerza, donde esperaba Rui Silva para atajar (11’).

Bartra entendió que debía fijar más la marca de Depay, no dejarle recibir ni girarse, y a partir de ahí se lo tragó. Fue sin duda el mejor partido del central con el Betis. Y en un sitio tan especial para él. Tanto Guido como Guardado impusieron su oficio ante los tiernos Nico y Gavi. La posesión del balón se fue volcando a favor de los verdiblancos, que no dudaron en salir a la primera ocasión. Y ese arrojo, una vez más, les dio el control de la situación: Bellerín, que ya avisó con un tiro alto (18’) y sobre todo Álex Moreno se desdoblaron con peligro.

Un centro raso del lateral izquierdo cuando ganó por vez primera la línea de fondo se topó con Araujo, que cortó un balón cargado de veneno (21’); ya pasada la media hora, fue Ruibal quien aprovechó una pared para encarar el área y plantarse en ella, aunque Jordi Alba aceleró por detrás para meterle la punta de la bota.

Poco antes de esa jugada, con el primer arreón del Barça ya sofocado, el palaciego Gavi se tuvo que ir a la caseta víctima de un violento balonazo de Bellerín en un despeje. La perla se fue en camilla con mareos. Y si Xavi dejó claro ya en su alineación, prescindiendo de Piqué o Frenkie de Jong, que le daba prioridad a lo de Múnich de la próxima semana, más aún lo reafirmó al mantener al holandés en el banquillo y dar entrada a Riqui Puig por Gavi.

El Betis siguió creciendo. Con Canales cada vez más activo entre líneas, Willian José jugando de espaldas y mejorando las jugadas. En los estertores de la primera parte, Álex Moreno entró dos veces más. La primera vez resuelta con una espuela tan imaginativa como complicada de Ruibal que se marchó cruzada y la segunda abortada por Ter Stegen.

En la segunda parte trató el Betis de no ceder metros y Juanmi marcó en un pase de Ruibal invalidado por centímetros (62’). Poco antes había entrado Dembélé, quien ubicado en la derecha sí que activó el ataque del Barça. Ahí lo pasó regular el Betis con la insistencia del francés, que soltó varios misiles que se marcharon fuera por poco. El andamiaje, con los centrales imperiales y Guido y Guardado bien plantados, resistió. Y como este Betis jamás va a renunciar a su espíritu ofensivo, como siempre va a atacar de verdad, sin mirar atrás, con toda la gente que pueda sumada a una salida prometedora, llegó ese primoroso contragolpe en el minuto 79 que culminó Juanmi, Juan Miguel. Su estoque certero señala al Betis un objetivo y está en las estrellas.

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