Rayo Vallecano-Betis | La crónica

Un punto indigesto (1-1)

  • El Betis salva el empate con un gol afortunado de Tello ante un Rayo que le pasa por encima y que le perdona la sentencia

  • La cuarta plaza parece hoy una quimera

El Betis sumó un punto en Vallecas, pero fue un empate indigesto. No sólo la hora del partido deja esa incómoda esa sensación en el cuerpo de los béticos, que no sabían ni a qué hora almorzar, sino que la imagen que dejaron los verdiblancos ante el Rayo Vallecano estuvo muy alejada de la que se espera de un equipo que quiere jugar en la Liga de Campeones. El afortunado gol de Tello a falta de nueve minutos para el final le dio a los verdiblancos un punto de recompensa, pero no esconde que el Betis, tras una pausa liguera de dos semanas que se suponía que debía servir para recargar las energías, pareció por momentos un fantasma en Vallecas.

El Rayo de Paco Jémez, en su estreno en esta segunda etapa, pasó por encima del Betis. Le quitó el balón, le cerró los espacios, se adelantó en el marcador y sólo le faltó aprovechar alguna de sus numerosas llegadas a la portería de Pau López para haber sentenciado. Incluso tras el tanto del empate bético, los locales, a los que no les valía el empate en su intento de alcanzar la permanencia, se tiraron con todo al ataque y dispusieron de varias ocasiones para haber dejado los tres puntos en su casa.

Compareció en Vallecas ese Betis amanerado de sus peores días y, además, se encontró con un rival que no sólo le quiso disputar la posesión de balón sino que ocupó mejor los espacios y halló vías de agua en el sistema defensivo verdiblanco.

Se esperaba un Rayo intenso y con ganas de sentirse protagonista y así ocurrió ante un Betis incapaz de encontrar respuesta a la presión rayista, que, además, encontró un filón por su banda izquierda. Entre Álex Moreno y Bebe desquiciaron a la zaga verdiblanca. Emerson, fuera de sitio en su estreno de titular, y Mandi, superado en cada intento de ayuda, sufrieron el vendaval local hasta que Raúl de Tomás encontró el remate apropiado para superar a Pau López.

Había avisado el punta al inicio del duelo, con un remate de cabeza a pase de Bebé que desvió el meta –antes ya había despejado un disparo previo de Álex Moreno-, pero en el 34’ no pudo hacer nada ante la perfecta ejecución de De Tomás. La enésima internada de Bebé, que se marchó por piernas de Mandi, acabó en un centro preciso que en el corazón del área el atacante remató de primeras con el interior para colocar el 1-0.

Saltaba Paco Jémez en su banquillo y gritaba Vallecas, que había contemplado a un Rayo dominado y que castigaba a ese Betis llamado a ocupar un puesto de competiciones europeas. Ahogado en la medular, pese a que Canales se ubicó junto a William Carvalho, los verdiblancos apenas hallaban a su trío atacante compuesto por Lo Celso de enganche con Joaquín y Jesé como atacantes. Tampoco Tello, el más activo en acciones ofensivas, generaba ese desequilibrio que en otras ocasiones atemoriza a sus rivales. De Emerson apenas había noticias, más allá de un remate que se marchó a córner tras un tocar un defensa.

Mandi, presionado por Bebé en la banda. Mandi, presionado por Bebé en la banda.

Mandi, presionado por Bebé en la banda. / EFE

La salida de la caseta no cambió la tónica del partido. El Rayo continuó acumulando oportunidades de gol, sobre todo en un remate de cabeza de De Tomás tras un saque de esquina, otra vez mal defendido por la zaga bética. Sin noticias ofensivas de los heliopolitanos, Setién movió piezas con las entradas de Loren y Kaptoum por Joaquín y Lo Celso, desaparecidos en combate. Si era el día para un paso adelante de jugadores como el rosarino o el portuense, nada más lejos de la realidad.

Con ese dominio rayista se llegó a un minuto clave, el 69. De Tomás, en otra acción en la que le ganó a la zaga bética, se quedó casi en el área pequeña con el balón controlado y a falta de rematar a placer para lograr la sentencia, pero su disparo buscando el contrapié de Pau López se marchó junto al poste derecho. Ahí quedó la sensación de que el Betis tenía una vida más en Vallecas. Y así fue. Si hasta el 71 hubo que esperar para el primer intento de remate verdiblanco en la segunda parte, obra de Mandi tras una falta botada por Canales, diez después el Betis halló el premio de gol. Una acción comenzada por Canales y continuada por William Carvalho acabó en un pase de éste buscando la internada de Tello. El catalán realizó su típica acción cuando entra por la izquierda para acomodarse su disparo con la derecha con la fortuna de que el rebote de la pelota en Tito la pusiera imposible para Dimitrievski.

Ni ese viento a favor aprovecharon los de Setién para intentar ganar el partido. El Rayo, a por todas en ataque, de nuevo dispondría de dos ocasiones más, en la cabeza de Comesaña y en los pies de Bebé, aunque su ineficacia, la misma que había exhibido durante los 80 minutos previos al gol bético, dejó el marcador en tablas. Los verdiblancos obtuvieron ese punto indigesto, pero la sensación es que dejaron escapar una jornada ideal para acercarse a las posiciones europeas. Sin continuidad en su juego, sin equilibrio en su fútbol y ofreciendo facilidades a cada rival, el sueño de alcanzar la Liga de Campeones parece hoy una quimera para este Betis de Setién.

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