Atlético-Betis: Breslavia en la mente, errores en el campo (4-1)

Un día menos para la final. Ésa es la conclusión que el Betis debe sacar de su partido ante el Atlético de Madrid de puertas hacia fuera, porque de puertas hacia dentro tiene importantes cosas que mejorar de cara a esa cita de Breslavia. Mantener la línea competitiva era una de las principales premisas de Manuel Pellegrini en los últimos cuatro partidos de Liga y en el Metropolitano, exceptuando la segunda parte, la primera fue pésima. Y de nuevo aparecieron los goles con suma facilidad para el rival fruto de esa pérdida de fortaleza defensiva tan patente en estos últimos compromisos del curso, empezando por Florencia y continuando contra Osasuna y en el Metropolitano. No es cuestión de caer ahora en ningún tipo de alarmismo, pero sí debe servir esta derrota como un serio aviso –el Chelsea es un rival muy físico– para Polonia. Y es que bien haría el conjunto bético en recuperar ese aura que se vio en el Artemio Franchi y cuyo nivel es descendente. Ahora, a cerrar el curso en Heliópolis ante el Valencia para afrontar esa final con mejores sensaciones que las desprendidas ante los de Simeone.

ENFADO DE PELLGRINI

El tremendo enfado de Manuel Pellegrini en la pausa de hidratación (25’) fue el mejor reflejo de la malísima primera mitad del conjunto verdiblanco. El técnico chileno, en su política de rotaciones, dejó de inicio en el banquillo a Antony, Isco y el Cucho, pero esperaba algo más de sus jugadores. La falta de intensidad de sus hombres fue muy evidente en ese inicio de partido ante un Atlético que se sintió muy cómodo con balón, sin presión alguna moviéndolo y generando peligro tanto por las alas como por dentro, con Julián Álvarez descolgándose y cayendo a la espalda de Johnny y Altimira siendo un auténtico peligro para los de La Palmera. De hecho, en un sensacional lanzamiento de falta directa, el argentino abrió el marcador a los diez minutos de juego.

No tenía el Betis la mente en el partido. Era evidente. Los heliopolitanos tenían poco la pelota y cuando la tenían les duraba poco. Muchas imprecisiones y pérdidas sin sentido a causa de las precipitaciones... ni rastro del equipo de La Palmera. Entonces llegó el cooling break y se vio el gran malestar de Pellegrini con sus jugadores. Al santiaguino no le gustaba lo que estaba viendo, pues ya antes de esa pausa de refresco Adrián había evitado un tanto con una buena parada a Sorloth (17’). Con la reanudación del juego se vio algo de más voluntad en el Betis, pero las ocasiones claras fueron siempre para los locales. Así, al filo de la media hora, de nuevo Sorloth, tras irse de Mendy en el choque después de recibir un buen pase al espacio de Julián Álvarez, perdonó ante Adrián. Y casi a renglón seguido (33’), el propio Julián, tras driblar a varios jugadores verdiblancos con suma facilidad, finalizó su jugada con un disparo con la izquierda al palo.

Alguna llegada del Betis en el tramo final, con lanzamientos de Bakambu y Perraud bien solventados por Oblak, fue lo único medio reseñable en verdiblanco, pues el Atlético apretó de nuevo en los compases finales del primer acto hasta lograr el 2-0. Sorloth volvió a encontrarse con Adán en un claro mano a mano solventado por el meta (39’) y en el alargue (47’) Le Normand remató sólo un córner botado por Koke con la fortuna de que la pelota fue a las manos de Adrián. Y un minuto después, el central de la Real Sociedad marcó de cabeza tras un centro de Samu Lino. Terminaba así una muy plácida primera parte para los colchoneros ante un Betis que firmó prácticamente una hoja en blanco antes de irse a la caseta.

CAMBIOS AL DESCANSO

Lo primero que hizo Pellegrini al descanso fue introducir en el campo a Isco, el Cucho y Antony. El mensaje a su equipo ya era otro –como era de esperar–, muy diferente al del inicio del partido con esa decisión de dejar a tres jugadores tan importantes en el banquillo. Ya se vio un Betis, lógicamente, diferente. Con algo de más presencia en campo contrario y con acercamientos al área rojiblanca, pero el choque se detuvo en el minuto 54 para atender a un aficionado en la grada.

Y tras reanudarse ( 64’) llegó el tanto del equipo de Heliópolis (67’). Un sensacional gol fruto de una jugada combinativa que culminó Fornals con un buen disparo de tijeras tras asistencia de calidad de Lo Celso. Se metió el Betis en el partido, con una presión más intensa y alta, pero el Atlético, al que los cambios le sentó de maravilla, no acusó el golpe y pronto respondió con el tercero (75’), obra de Julián Álvarez tras una gran pared entre Griezmann y Giuliano. A renglón seguido tanto Isco como Ruibal estuvieron cerca de ver portería, pero Oblak y la falta de acierto hicieron que el marcador no se moviera hasta que el Atlético hizo el cuarto.

FIESTA ROJIBLANCA

Los colchoneros aprovechaban los espacios que atrás dejaba un volcado Betis para generar ocasiones muy claras por medio de Nahuel, Griezmann y Correa. Al lateral se le anuló un gol por fuera de juego, el galo se topó con Adrián y el atacante argentino no perdonó en el largo descuento para marcar tras irse con mucha facilidad de Adrián y batir con la derecha pese al intenso de oposición de Natan. Fiesta del Atlético ante un equipo heliopolitano que tuvo la última ocasión del partido en un centro de Isco que el Cucho remató al palo de forma acrobática. 4-1 no para fustigarse, pero sí como serio aviso para el 28 de mayo. Competir es innegociable, Betis.