Betis: De la frialdad europea al calor de la Liga

El Betis, con la resaca aún presente de lo sucedido ante el Vitoria Guimaraes en la ida de los octavos de final de la Conference League, mira ya al encuentro ante Las Palmas.

Un rápido cambio de chip de la competición europea a la Liga que requiere de cierta autocrítica por parte de los verdiblancos, después del partido que firmaron ante los lusos y que tan agridulce sabor dejó en la afición heliopolitana, que volvió a comprobar una vez más que los partidos europeos de su equipo en el Benito Villamarín son un eterno caramelo amargo cuyo sabor dura ya demasiado, regresando ahora una competición liguera en la que el cuadro de Manuel Pellegrini buscará tres puntos ante Las Palmas para seguir afianzándose en la sexta plaza sin perder nunca de vista la quinta.

EL VILLAMARÍN Y EUROPA, MALA CONJUNCIÓN

Sólo basta con tirar de la hemeroteca y rescatar los datos para comprobar que el Benito Villamarín, en Europa, no es para nada un fortín para los verdiblancos. De hecho, el Betis no gana de local una eliminatoria europea desde 2006, cuando se impuso al AZ Alkmaar (2-0) en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA de la temporada 2005-06.

Esa misma campaña y en la siguiente ronda, el Steaua de Bucarest de Nicolita (0-3) fulminó al Betis tras el 0-0 de la ida. Y así, con derrotas y empates en las rondas eliminatorias, el cuadro de La Palmera se ha plantado en 2025 como antaño, sin conseguir ganar ante su afición en un cruce europeo dentro de una semana en la que el malestar por todo lo sucedido con el tema de las ventas de entradas ha estado presente en buena parte del público verdiblanco, con una tremenda frialdad en la grada durante el choque ante los lusos. Nada de caldera.

LA SOLEDAD DE ISCO PARA TIRAR DEL CARRO

Isco es con diferencia el único futbolista de élite máxima que tiene el Betis. Y lo es por su capacidad de liderazgo y por mantener un alto rendimiento de forma regular. Y ante el Vitoria volvió a ser el mejor futbolista de su equipo, aunque poco acompañado por el resto de estiletes. Al menos, esta vez apareció Bakambu para ver portería y hacer un gol, gozando de ocasiones para haber hecho alguno más. De hecho, tuvo una clara ocasión para haber logrado el 3-1 antes de que llegara el 2-2.

Pero ni en las bandas aparecieron Antony, que ni ante el Madrid ni ante los portugueses ha mostrado el nivel de partidos anteriores; ni Jesús Rodríguez. Y tampoco los cambios ofensivos aportaron. Flojos minutos de Abde y del Chimy, que con una amarilla en una acción absurda dejó a su equipo con un único delantero para Guimaraes. Así, Isco se echó al equipo a la espalda, participó en el primer gol de su equipo e hizo el segundo en un golpeo de mucha calidad para finalizar una buena jugada de los heliopolitanos. Pero el 2-2 dejó al costasoleño, que ejerce de líder y está pendiente de todos los detalles –sólo hubo que ver cómo pidió aplausos para Bakambu cuando éste era cambiado–, muy contrariado.

SIN FUERZA EN LA MEDULAR Y BLANDO ATRÁS

Si ante el Real Madrid, Altimira y Johnny mostraron un nivel bastante alto, ante los lusos bajaron bastante. De hecho, el Vitoria, con tres hombres por dentro, siempre tenía superioridad en el centro del campo y con dos toque superaban muy fácil el doble pivote. Y es que el Betis, sin balón, dejó mucho que desear el pasado jueves, al igual que ya le ha pasado este curso en muchas ocasiones debido a una medular donde el grado de consistencia sufre muchos altibajos.

Y si el físico no acompaña, más. De hecho, el internacional estadounidense acabó pidiendo el cambio por una contractura en el gemelo. Y en el centro de la zaga tampoco hubo fortaleza, al igual que en la portería. Eso explica los dos goles del Vitoria al Betis. Un Betis que perdió el jueves la fiabilidad defensiva de los últimos partidos, la cual debe recuperar mañana si quiere tener opciones de vencer a Las Palmas. Ya habrá tiempo de pensar en Guimaraes. Con el 2-2 está todo abierto. Vuelta a la Liga.