Chimy Ávila quiere redimirse y se machaca en el gimnasio con el punto de mira puesto en la pretemporada

Chimy Ávila ya trabaja a destajo para alcanzar la pretemporada en unas condiciones físicas óptimas. El argentino sufrió una seria lesión en los isquiotibiales a finales de marzo que le impidió participar durante el tramo final de la campaña, por lo que ahora quiere redimirse de cara a un nuevo curso en el Betis.

El delantero rosarino publicó en su cuenta de Instagram un vídeo donde se le puede observar realizando ejercicios de varios tipos, principalmente de fuerza, coordinación y equilibrio. Chimy intentó forzar en las últimas semanas de la pasada temporada con la intención de jugar algún encuentro antes del verano, concretamente el decisivo ante la Real Sociedad, pero finalmente los servicios médicos del club optaron por mantenerle al margen y esperar a que el período de su recuperación se complete definitivamente.

Chimy, centrado en la pretemporada

Esa fase de rehabilitación ya se ha culminado en las últimas semanas y Ávila estará disponible para comenzar con total normalidad la pretemporada a las órdenes de Manuel Pellegrini, una vez que ha dejado atrás la mencionada lesión en los isquios. El sudamericano está focalizado en el período de preparación junto al conjunto verdiblanco, pues gozará de una buena oportunidad para retomar una buena condición física e iniciar el curso con sensaciones positivas.

Además, Chimy apunta a ser importante en las primeras semanas de competición, con Cédric Bakambu de baja hasta mediados de septiembre y Willian José, pese a sus cifras goleadores, en la rampa de salida un nuevo verano. El rosarino únicamente pudo disputar seis partidos con el Betis desde su fichaje en enero, entre otras circunstancias porque llegó a la capital hispalense convaleciente de una lesión en el sóleo, anotando un tanto y siendo expulsado en una ocasión.

Aunque desde México apuntan al interés de Club Ámerica en intentar el fichaje del argentino, el experimentado delantero está plenamente centrado en el Betis y, salvo giro radical, continuará la campaña que viene en el club verdiblanco, que abonó cuatro millones fijos a Osasuna -con la posibilidad de otros 700.000 euros en variables- por su traspaso en el último día del mercado invernal.