Final demasiado cruel al sueño de la Youth League del Betis (0-1)

SEVILLA/Era un día histórico para la cantera del Real Betis Balompié con el duelo de altura que se daba en la ciudad deportiva Luis del Sol entre el Juvenil DH de Dani Fragoso y el equipo Sub-19 del Bayern de Múnich. Diecisaisavos de final a un partido en el que quien consiguiese la victoria seguiría escribiendo su historia en la archiconocida 'Champions de Juveniles'. El partido comenzó como se esperaba, con un equipo local dominador, protagonista con la pelota y teniendo mucha profundidad por banda y creando alguna ocasión peligrosa en los primeros minutos de partido pero sin trascendencia en el marcador. Aquí destacó sobre todo en las primeras acciones un José Antonio Morante muy activo en el inicio. Pero quien realmente generó la primera ocasión de peligro fue el lateral diestro, Óscar Masqué, que forzó un penalti en el minuto 14 de partido. Una pena máxima que posteriormente terminaría fallando Pablo García en un cúmulo de infortunios: eligió mal la superficie de golpeo y el césped, que se levantó, no ayudó en nada.

En el minuto 23 llegaría el primer acercamiento peligroso de los alemanes. Tras una serie de rebotes, Mike se quedaba solo delante de Manu González y éste, con una grandísima parada de fútbol sala con su pierna izquierda, evitaba que el conjunto visitante se adelantase en la primera oportunidad. Tuvo algunos minutos de dudas el conjunto verdiblanco, sobre todo porque los de Peter Gaydarov supieron tener la pelota durante una fase prolongada, cansando al Betis y provocando que tuviese que apostar más por los contragolpes que por las jugadas orquestadas. Aun así, Pablo García tuvos dos buenas ocasiones antes del final de la primera parte, pero el de Alcosa tenía hoy la pólvora mojada. También es de recibo reconocer que la mala suerte estuvo del lado del extremo, que bien pudo irse a la caseta con dos goles en el bolsillo (terminó con un disparo al larguero en la última jugada del primer tiempo).

Sin acierto no hay paraíso

Y lo primero que ocurrió en el inicio de la segunda mitad fue lo que muchos han ido aprendiendo con el paso de los años en este mundo del fútbol. 'Si perdonas, lo acabas pagando', un dicho que se hizo efectivo con una combinación de altísimo nivel por parte de los jugadores visitantes que terminó con un remate cruzado de Chávez que colocaba la ventaja inicial y rompía la lata. A partir de aquí el Betis despertó, quiso ser algo más intenso en la presión de lo que lo fue en los minutos iniciales de la segunda parte y también en los finales de la primera y gozó de dos oportunidades. La mayoría del peligro llegaba por el costado siniestro, con jugadas de mucho peligro de Morante, muy desequilibrante en todo el choque.

Y es que entre las dos ocasiones clave de Pablo García en la primera parte, las que ha originado José Antonio Morante en la segunda y un mano a mano que volvió a tener el '7' bético, la injusticia se apoderaba por momentos de un marcador que pendía de un hilo por el acoso del combinado de las trece barras. Pero el día estuvo nublado para el equipo bético desde la climatología hasta el acierto ofensivo. Tuvieron muchísimas oportunidades a lo largo de la segunda mitad para darle la vuelta al marcador e incluso un mano a mano importantísimo en el tiempo de prolongación, pero la falta de acierto de cara a la portería terminó dilapidando el sueño europeo de los jóvenes diamantes de la cantera bética.

Bien vigilados por la planta noble

La importancia y trascendencia del partido la tenían bastante clara en todos los escalafones de la entidad de Heliópolis. Cucho Hernández junto a sus representantes, Joaquín Sánchez, Manu Fajardo, Ángel Haro y José Miguel López Catalán eran algunos de los nombres propios que han aparecido en la ciudad deportiva para animar a su equipo juvenil en el que habituales con el primer equipo como Pablo García o Dani Pérez estaban participando.

Poco después del inicio del partido se incorporó Antony, que se colocó en el palco junto al resto de personalidades del consejo de administración y la parcela deportiva junto a Arzu y Ramón Alarcón, que no se quisieron perder el partido.