En los planes del actual consejo de administración del Betis se incluye finalizar el estadio Benito Villamarín, para lo que se manejan tres opciones, según informó ayer este periódico. El coste estimado para esa obra final que permitiría el cerramiento completo del estadio estaría en torno a los 30-35 millones de euros.

Dentro de los proyectos que se vienen estudiando, el club incluye la cubierta del estadio, como se ideó en el original del fallecido Antonio González Cordón, aunque el importe de la misma sería menor ahora, debido a los nuevos materiales existentes en el mercado, que ofrecen mejores condiciones y a un precio menor.

La alternativa preferida por el consejo pasaría por derribar la Tribuna de Preferencia y reubicar a los abonados de esa zona en el resto del estadio, aunque sólo dos tercios de los 15.000 que entran en esa grada podrían repartirse entre las demás gradas, de ahí que el consejo propondría un sistema rotatorio de partidos, con lo que cada socio actual de Preferencia acudiría a dos tercios de los partidos, con una tarifa menor en su abono. Eso sí, en el caso de aprobarse esta opción, el consejo la sometería a votación tanto entre los accionistas como entre los socios.

Las otras dos alternativas que se manejan presentan inconvenientes mayores. Así, en el caso de derribar la Tribuna de Preferencia en dos fases, el club se encontraría con problemas de seguridad, debido a la complejidad de esta obra, a la vez que el coste sería mayor; la otra opción sería trasladarse al estadio de La Cartuja durante los 14-15 meses que se estiman que durarían las obras, algo que nunca ha gustado al bético por las condiciones de ese campo con pistas de atletismo.