Para llegar al último derbi que vencieron los verdiblancos hay que irse a la temporada 2021/22, concretamente a la Copa del Rey, ya que ambos enfrentamientos ligueros cayeron del lado sevillista y en la pasada liga los dos partidos se saldaron con empate en el marcador: 1-1 en el Benito Villamarín y 0-0 en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

El 15 de enero de 2022, por lo tanto, comenzó el último derbi que se llevó el Real Betis, que finalizó el día 16, pues tuvo que suspenderse y aplazarse por el lanzamiento de un palo que impactó en el jugador sevillista Joan Jordán.

El partido, disputado en el Benito Villamarín, correspondía a los octavos de final de la Copa del Rey y a él llegaba un Sevilla con bajas muy sensibles, ya que ni Bono ni Fernando, piezas claves de aquel conjunto entrenador por Lopetegui, pudieron jugarlo.

El por aquel entonces técnico sevillista alineó a Alfonso Pastor, Rekik, Diego Carlos, Gudelj, Montiel, Jordán, Óliver Torres, Rakitic, Papu Gómez, Ocampos y Rafa Mir. Manuel Pellegrini, por su parte, sacó un 11 formado por Rui Silva, Álex Moreno, Édgar, Bartra, Bellerín, Guido, Carvalho, Juanmi, Fekir, Canales y Borja Iglesias.

El Betis controló el juego en los compases iniciales pero fue el Sevilla el que se adelantó en el marcador, por medio del Papu Gómez en el minuto 34. A pesar del gol visitante, los verdiblancos siguieron buscando la meta de un joven Alfonso Pastor, que encajó un gol olímpico de Fekir en el 38'. En pleno éxtasis, un palo que salía de la grada bética impactó en Joan Jordán, por lo que se acabaría suspendiendo el partido.

Ya el día 16, a las 16 horas y a puerta cerrada, se reanudaba el encuentro. Los béticos, por lo tanto, no pudieron celebrar en el estadio el gol de Canales, que batía con la zurda al portero sevillista. El Betis se llevaba, seguramente, el derbi más polémico de los últimos tiempos, pues aquel palo que golpeó en Jordán fue el comienzo de una catarata de declaraciones de jugadores y directivos.

El Betis se llevó esa eliminatoria y, meses después, la Copa del Rey

En la capital de Andalucía en los días anteriores a ese encuentro se comentaba que el equipo que pasara esa eliminatoria saldría campeón de la Copa del Rey. Y así fue. En los cuartos de final al Betis le acompañaban el Athletic Club (que había apeado al Barça en los octavos), el Madrid, la Real Sociedad, el Valencia, el Cádiz, el Rayo Vallecano y el Mallorca.

El conjunto verdiblanco venció por 0-4 en el campo de la Real Sociedad para pasar a las semifinales, en las que se enfrentaría al Rayo. El sorteo deparó también un duelo entre el Valencia y el Athletic Club, que eliminó al otro gigante de nuestro país.

Betis y Valencia se vieron las caras en la final el 23 de abril. Tras llegar al pitido final con un 1-1 en el marcador se disputó la prórroga y, tras ella, el título se decidiría en la tanda de penaltis. Miranda se disponía a tirar el quinto, y decisivo, con un 4-4 en el marcador, pues el conjunto valencianista, que comenzaba lanzando primero, había fallado uno. El de Olivares anotó y los verdiblancos ganaron su tercera Copa del Rey.