El último adiós a la grada de Preferencia para dar paso al futuro del Betis
Análisis histórico
Comienza el derribo de una zona entrañable del Benito Villamarín, con recuerdos y vivencias históricas para los aficionados béticos
Las fotos de la demolición de la grada de Preferencia del estadio del Betis
Día histórico en el Betis: derribo de la grada de Preferencia del Benito Villamarín
La mañana del 9 de septiembre de 2025 marca una fecha importante en la historia del Betis con el inicio del derribo de la mítica grada de Preferencia del estadio Benito Villamarín.
La estructura, que ha sido testigo de innumerables momentos de gloria y emoción, cede su lugar a un ambicioso proyecto de modernización que transformará por completo el coliseo verdiblanco. Sin embargo, su historia es más compleja que un simple adiós, ya que el Betis se despide de una de sus gradas más representativas por partida doble.
Una historia con dos vidas
La grada de Preferencia ha sido buena parte del corazón latente del Villamarín, el palco de la emoción y el testigo silente de noches mágicas y otras de dolor. Su historia, de hecho, se divide en dos capítulos. El primero, que se remonta a la inauguración del estadio, entonces conocido como "Estadio de la Exposición", en 1929. Esa Preferencia original era la tribuna noble del recinto, con una belleza arquitectónica que albergaba palcos y un palco presidencial, el escenario de las grandes personalidades y del solemne protocolo. Era la grada de las grandes ocasiones, de los domingos de gala, donde la afición verdiblanca vestía sus mejores galas para honrar a su equipo.
En 1979, con la mirada puesta en el Mundial de 1982, se acometió una reforma clave en esta Preferencia original. Para aumentar la capacidad y mejorar la visibilidad, se le añadió un voladizo que se extendía sobre la grada baja. Esta adición fue el primer paso hacia la transformación del estadio en un recinto moderno y competitivo a nivel internacional. Si bien el voladizo alteró la estética original, fue una pieza clave en la transición hacia la siguiente fase de la vida del estadio. Este añadido prefiguró la demolición total que ocurriría solo dos años después para dar paso a la segunda gran Preferencia.
El segundo capítulo comenzó por tanto en 1981, cuando el antiguo graderío fue demolido para dar paso a una construcción más moderna y funcional, una reforma pensada para albergar el Mundial de España 1982. Esta nueva Preferencia, la que todos los béticos de las últimas décadas han conocido y amado, fue el refugio de los días de sol y de lluvia, el lugar donde las lágrimas de alegría se mezclaban con las de decepción, donde los abrazos se fundían en un solo sentir verdiblanco.
Un romántico adiós
Y ahora, después de más de cuarenta años de servicio, esa Preferencia que los béticos han abrazado ha empezado a ser derribada. No es sólo la caída de una estructura de hormigón, se va la grada en la que muchos béticos se sentaron por primera vez, de la mano de sus padres, para descubrir la fe inquebrantable en un escudo. La Preferencia es un álbum de fotos borrosas en la memoria colectiva, un eco de cánticos que nunca se apagarán.
Ahora, el club verdiblanco lleva a cabo un proyecto de reforma y terminación, que se extenderá hasta 2027, del Benito Villamarín en busca de unificar estéticamente un recinto que resuene con la pasión de siempre. El Betis se despide de un pedazo de historia para dar la bienvenida a un futuro. La grada de Preferencia ya no estará, pero su romanticismo, su historia y sus emociones, vivirán para siempre en el corazón de muchos béticos.
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