Investigación y Tecnología

Cosmeticorexia, la adicción a las cremas que está de moda entre las adolescentes

Adolescente con mascarilla facial.

Adolescente con mascarilla facial.

Son adolescentes y ya están a la última en cremas. Padecen lo que popularmente han bautizado con el nombre de cosmeticorexia. No es un término médico o psicológico reconocido, pero se podría interpretar como una combinación de las palabras "cosmético" y "anorexia" con el que se viene a describir un comportamiento obsesivo-compulsivo relacionado con el uso de productos cosméticos, donde la persona siente una necesidad excesiva de aplicar o usar constantemente productos de belleza.

Una obsesión por el cuidado de la piel que va en aumento entre las jóvenes y adolescentes actuales en búsqueda de la perfección estética. Es una preocupación excesiva por la apariencia física que hace que las más jóvenes compren de forma compulsiva y prueben muchos productos cosméticos y tratamientos faciales con el fin de parecer más joven.

Esta adicción siempre ha existido. El problema es que hoy en día cuentan con las redes sociales que son un escaparate donde todo se idealiza y donde más tiempo pasan las adolescentes que, además, están en una edad vulnerable en la que el reconocimiento y la aceptación social es una prioridad para ellas. Por lo que encuentran en plataformas como Tik Tok una "inspiración" en las "influencers" de moda. 

La realidad

Las pantallas muestran una gran cantidad de vídeos donde salen adolescentes enseñando sus rutinas faciales, los cosméticos que usan, haciendo tutoriales o dando consejos de belleza. Un hecho que, aparentemente, no tiene nada de malo. El problema es cuando se convierte en una obsesión con el fin de lucir diferente frente al espejo gracias a la "magia" de esos productos que han comprado porque se lo han visto a sus ídolos.

Según los dermatólogos, "Hay que saber escoger los productos adecuados y respetar el manto lipídico de la piel en cada momento". Este manto tiene un función protectora y ahora la historia es que, con esta nueva moda, las adolescentes llevan a cabo rutinas de belleza facial, se ponen una cantidad infinita de productos cosméticos, muchos de ellos con altas concentraciones, que les daña la piel y el bolsillo ya que esta práctica hace que entren en un bucle de consumismo de productos que no necesitan porque a esas edades la piel no necesita cuidados específicos, solo hidratación en general y protección solar.

Piel y autoestima dañada

El abuso de cosméticos tiene "nefastas" consecuencias para la piel, sobre todo, a esas edades. Las consultas de dermatólogos se llenan de adolescentes con problemas en la dermis como irritaciones, eccemas y hasta quemaduras. Muchos de los productos que usan las adolescentes (y que no necesitan) contienen ingredientes químicos, por lo que la piel sufre mucho sin tener por qué hacerlo. De manera natural, la piel tiene colágeno hasta los 25 años, por lo que una adolescente de 12 años no necesitaría para nada una crema antiedad. 

La aplicación de todo tipo de cremas sin control tiene consecuencias ya que las diferentes combinaciones que se hacen de los productos sobre la piel puede ocasionar un desequilibrio en la barrera cutánea. Las rutinas tienen que ser minimalistas y adaptadas a las necesidades de cada piel, preferentemente prescritas por un profesional. 

Por otra parte y llegados a este punto, si la rutina empieza a tener una connotación patológica, la persona deberá ponerse en contacto con un profesional de la psicología para cortar con el problema.

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