Tras echar el cierre y poner fin a una de las semanas más esperadas tras más de dos años de pandemia, la Semana Santa, loes eventos ya considerados históricos continúan sucediéndose. Esta semana damos la bienvenida a uno de los más deseados, el fin de las mascarillas. Tras  seis interminables olas, por fin se eliminará la obligación de utilizar la mascarilla en los interiores, salvo algunas excepciones: los transportes públicos, los hospitales y los centros sociosanitarios, donde será imperativo seguir usándola. Muchos seguidores del mundo del fitness se preguntan si esta medida se hará extensiva para los gimnasios y centros deportivos. ¿Cuál será la norma al respecto?

El Ministerio de Sanidad ha decidido que esta flexibilización es posible porque España cuenta con un alto nivel de inmunización y una situación epidemiológica en un contexto favorable. La retirada de las mascarillas (con algunas excepciones que comentaremos a continuación) se realizará a través de la modificación del real decreto que lo regula y entrará en vigor el día 20 de abril, cuando se publique el BOE (Boletín Oficial del Estado). A partir de ese entonces, al que llegaremos tan solo en menos de 24 horas,  Sanidad aconseja la utilización responsable de la protección, pero no la declara obligatoria.

¿USO PARCIAL?

Muchos sectores, a tan solo poco más de un día de que la norma entre en vigor, desconocían  si entraban en el grupo de lugares donde no es obligatorio su uso. En el caso de los gimnasios, se deduce que no será necesario portar este dispositivo de protección en caso de que el ejercicio sea de intensidad vigorosa  entendido como aquel que ''genera sensación de calor fuerte, respiración dificultada con falta de aliento y aumento significativo del ritmo cardíaco, realizado en modalidad individual o en grupo, tanto en espacios cerrados en instalaciones deportivas de cualquier tipo como en espacios abiertos, mientras dure la práctica de tal actividad''. 

Esto genera la duda de si deberá seguir portándose para desplazarse entre espacios o para realizar otro tipo de ejercicios. Muchos responsables de estos centros esperaran a que se publique la normativa para concretar las pautas a seguir a sus clientes.

Eso sí, ya se ha aconsejado un uso responsable para aquellos grupos de población vulnerables; en el ámbito laboral si así lo indica cada empresa; en el ámbito familiar y en otros ámbitos cerrados de uso público como centros comerciales, restaurantes, cines, discotecas y también gimnasios.  Esta puntualización deduce que será tan solo entonces de uso voluntario, ejerciendo la responsabilidad.

El fin de las mascarillas, resumen, es un paso hacia adelante para los gimnasios, aunque hay algunos operadores que aún guardan cierto recelo ante la posibilidad de que esta medida pueda generar cierto rechazo en algunos usuarios que aún teman la convivencia con otras personas sin mascarillas en espacios cerrados. Aunque todos esperan que la esperanza gane al miedo y podamos ir retomando nuestra vida y relaciones cotidianas tal y como las conocíamos.