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La epidemia de opioides epidemia de opioideses un desafío de salud pública que ha envuelto al mundo en una crisis de proporciones alarmantes en las últimas décadas. Esta problemática global ha generado una avalancha de preocupaciones médicas, sociales y económicas, afectando a comunidades de todos los rincones del planeta, sobre todo en EE.UU. En las calles de muchas naciones americanas resulta cotidiano encontrarse con estampas solo propias de la ficción de terror: personas tendidas sobre el suelo, idas, con posturas imposibles que recuerdan a los zombis propios del género. Olvidados, el consumo de opioides está dejando una estela de devastación en su camino. Como respuesta, y obviando cualquier tipo de política pública que pudiera abordar esta problemática, la mayoría de los estados de Estados Unidos ya han implementado regulaciones permanentes que permiten que las farmacias y otras entidades calificadas suministren el antídoto contra las sobredosis antídoto contra las sobredosisde las drogas sintéticas, con el fentanilo como protagonista: el Narcan.
El aerosol nasal puede rápidamente contrarrestar las sobredosis de fentanilo y otros opioides, como la heroína y los analgésicos recetados. En marzo, la FDA de los Estados Unidos otorgó su aprobación al antídoto de Emergent BioSolutions para contrarrestar las sobredosis, como respuesta a un aumento sin precedentes en el número de muertes.
Durante el período comprendido entre 2018 y 2021, se observó un aumento dramático de más del 90% en las muertes atribuidas al consumo de este poderoso opioide, con aproximadamente 102.000 muertes entre 2021 y 2022 por el consumo de estas sustancias. En algunos segmentos de la población, esta situación ha alcanzado proporciones epidémicas. Esta tendencia se ha visto impulsada en parte por la combinación de fentanilo con otros medicamentos, como el alcohol, la heroína o la metadona.
Este antídoto podrá conseguirse sin necesidad de receta médica a las personas en riesgo en las próximas semanas. Su venta en farmacias ya estaba disponible desde marzo de 2023, aunque bajo receta. Su disponibilidad en otros países sigue siendo restringida. Hasta ahora, se sabe que en Australia, Canadá, Italia y el Reino Unido, Narcan se puede adquirir sin restricciones.
Emergent BioSolutions, el fabricante del medicamento, ha anunciado que está enviando envíos a importantes minoristas como Walgreens, Walmart, Rite Aid y CVS, en EE.UU, y es posible que esté disponible para su compra en línea esta semana. Aunque esto es considerado una buena noticia por muchos, el precio del medicamento, que es de $44.99 por una caja de dos dosis, puede estar fuera del alcance de algunas personas. La opción inyectable seguirá vendiéndose bajo receta médica a un precio menor.
Narcan podría estar a punto de tener la compañía de otro aerosol nasal de naloxona llamado ReVive. La organización sin fines de lucro Harm Reduction Therapeutics planea ofrecerlo a precio de costo, con un precio de 36 dólares por un paquete de dos dosis, a partir de principios de 2024, según informó CNN.
El fármaco Narcan es una forma de naloxona, que es un antagonista de los opioides. Funciona contra las sobredosis de opioides, como la heroína, la oxicodona, la morfina y el fentanilo. Según los datos proporcionados por la FDA de los Estados Unidos, Narcan es una forma de naloxona en aerosol nasal que se considera capaz de actuar de inmediato para prevenir el fallecimiento de una persona a causa de una sobredosis.
Según reporta la BBC, para que Narcan surta efecto, debe ser administrado mediante la introducción en la nariz seguida de una pulsación. Esto ocasiona que Narcan inhiba la acción de los químicos opioides, como la heroína, la oxicodona, la morfina, el fentanilo y otros similares, evitando que se unan a los receptores del sistema nervioso.
En resumen, el milagroso fármaco funciona de la siguiente manera:
El fentanilo pertenece a la categoría de los opiáceos, algunos de los cuales son de origen natural, como el opio extraído de la planta Papaver somniferum, mientras que otros son de origen sintético, como el propio fentanilo. A lo largo de la historia, los opiáceos han tenido aplicaciones valiosas en la medicina. Sin embargo, en tiempos recientes, el mercado ilegal de opiáceos sintéticos ha experimentado un rápido crecimiento, emergiendo como una preocupante tendencia en el ámbito de las sustancias psicoactivas.
Sintetizado por primera vez en 1960, el fentanilo se utilizó inicialmente como un analgésico intravenoso. Sin embargo, en las décadas de 1970 y 1980, su uso se amplió para incluir otros propósitos, en particular, su empleo recreativo. La toxicidad y el potencial adictivo de estos compuestos narcóticos superan ampliamente a los de la morfina y la heroína.
La forma en que el fentanilo interactúa en el organismo humano es un proceso complejo. Dentro de nuestro cuerpo, se encuentran más de 20 péptidos opiáceos endógenos, como las endorfinas, que facilitan la acción de sustancias como el fentanilo en áreas específicas del cerebro. Estimular estas sustancias en el sistema nervioso central puede influir en lo que se conoce como el sistema cerebral de recompensa, que regula diversos aspectos del comportamiento humano, como el placer, la memoria y el aprendizaje.
De manera similar a la heroína, la morfina y otros opiáceos, el fentanilo actúa mediante la unión a los receptores opioides situados en regiones cerebrales responsables de controlar tanto el dolor como las emociones. Al unirse a estos receptores, el fentanilo bloquea la transmisión de las señales de dolor en el cerebro y la médula espinal, lo que se traduce en un alivio considerable del dolor.
Asimismo, está relacionado con el sistema dopaminérgico mesolímbico, que es la vía por la cual el neurotransmisor dopamina se distribuye en el cerebro. Con un uso continuado, estas primeras adaptaciones neurológicas comienzan a afectar al estriado dorsal, una región cerebral relacionada con la formación de hábitos.
Además de sus propiedades analgésicas, el fentanilo también induce efectos sedantes y un sentimiento de euforia. Estos efectos son el resultado de la interacción del fentanilo con los receptores opioides presentes en áreas cerebrales asociadas con la regulación del estado de ánimo y la sensación de placer.
Su efecto es potente y de corta duración, lo que hace que se administren dosis mayores para volver a experimentar la sensación que llevan a las sobredosis. Un problema significativo es que tras un uso continuado de opiáceos, el cerebro desarrolla una tolerancia a la droga, lo que conlleva una disminución en la sensibilidad y la capacidad para experimentar placer con actividades distintas a la utilización de la sustancia.
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