Antonio Peña, médico: "Llegan al centro con ansiedad extrema, brotes psicóticos o dependencia física, sin saber que lo que han consumido era tan potente como una benzodiacepina o un derivado sintético del cannabis"

Hasta hace muy poco, sustancias psicoactivas extremadamente potentes se vendían de forma legal en tiendas físicas y en Internet. Bajo nombres aparentemente inocuos como "incienso" o "producto de colección", lograban escapar del control sanitario y legal, pero sus efectos eran devastadores. El consumo recreativo de estas llamadas 'drogas legales' se extendió rápidamente entre jóvenes, provocando un aumento preocupante de ingresos hospitalarios por trastornos mentales severos, brotes psicóticos y cuadros de adicción.

"Llegan al centro con ansiedad extrema, brotes psicóticos o dependencia física, sin saber que lo que han consumido era tan potente como una benzodiacepina o un derivado sintético del cannabis", alerta el doctor Antonio Peña, especialista en adicciones en el centro de tratamiento de adicciones Esvidas.

Hoy, la legislación comienza a ponerse al día, pero el daño ya está hecho. En este artículo te explicamos cómo ha cambiado la normativa, por qué el mercado fue más rápido que la ley y qué recursos existen para ayudar a quienes ya han sido afectados.

El auge de las drogas legales: una amenaza que se disfrazó de inofensiva

Durante años, estas nuevas sustancias psicoactivas se vendieron como alternativas legales al cannabis o a las benzodiacepinas. El truco estaba en el etiquetado: productos "no aptos para el consumo humano" que, en realidad, eran usados con fines recreativos. Esta ambigüedad legal permitió su rápida expansión.

Sin embargo, los profesionales de la salud mental ya estaban viendo sus consecuencias y lanzaban afirmaciones como que "la legalidad nunca fue sinónimo de seguridad", afirmaba José Manuel Zaldua, psicólogo y cofundador de Esvidas. Lo que pasa es que "las etiquetas ambiguas han servido para esquivar la ley hasta ahora, pero los daños son reales".

El reciente cambio normativo en el Plan Nacional sobre Drogas busca cerrar esta brecha, alineando a España con otros países europeos. "Lo que para el mercado eran 'alternativas legales', para nosotros ya eran casos urgentes", añade Peña.

Tratamiento de adicciones por drogas legales: recursos especializados y adaptados

Con la inclusión de estas sustancias en la lista oficial de drogas prohibidas, los centros de tratamiento pueden actuar con mayor eficacia. No obstante, hay que tener en cuenta que las soluciones no pueden ser genéricas ya que se necesita una respuesta especializada, integral y adaptada a la realidad de cada persona.

Desde Esvidas y en otros centros similares donde tratan las adicciones han implementado una red de atención con distintos niveles de intervención:

• Centros de ingreso: para la desintoxicación y estabilización emocional.
• Pisos terapéuticos: que apoyan la transición hacia una vida autónoma.
• Tratamiento ambulatorio: sesiones terapéuticas sin necesidad de internamiento.
• Apoyo psicológico individual y familiar: esencial para la recuperación emocional.
• Centros de día: con programas de reinserción social y laboral.
• Desintoxicación clínica: bajo supervisión médica para una retirada segura.

Esta estructura permite atender no solo las consecuencias físicas, sino también las secuelas emocionales y sociales del consumo. Porque cada caso es diferente, pero todos merecen una oportunidad de recuperación real. La reciente inclusión de estas sustancias en la normativa antidroga es un avance, pero no suficiente por sí solo.

"Si el BOE pone el marco, nosotros ponemos el rostro humano de esta crisis", concluye Zaldua. La clave está en reconocer que la salud mental juvenil está en riesgo y que el consumo de drogas legales ya es una realidad que debemos enfrentar con rigor, prevención y acompañamiento profesional.

Referencias bibliográficas.

Entrevista telemática a profesionales del centro Esvidas.

BOE. Orden SND/380/2025, de 14 de abril, por la que se incluyen nuevas sustancias en el anexo 1 del Real Decreto 2829/1977, de 6 de octubre, por el que se regulan las sustancias y preparados medicinales psicotrópicos, así como la fiscalización e inspección de su fabricación, distribución, prescripción y dispensación.