¿Con qué debemos consumir el colágeno para que sea realmente efectivo?

Investigación y Tecnología

Es fundamental para la hidroxilación de la prolina y la lisina, dos aminoácidos presentes en las cadenas de colágeno

La hierba rica en colágeno que puedes tomar en infusión con la que reduces las líneas de expresión de la piel

Mujer revisando su piel / Freepik

El colágeno se ha convertido en uno de los suplementos más populares dentro del mundo de la salud y la belleza, especialmente por su papel en la firmeza de la piel, la salud articular y el fortalecimiento del cabello y las uñas. Sin embargo, muchas personas que incorporan colágeno a su rutina diaria desconocen que su absorción y efectividad no dependen solo del suplemento en sí, sino también de la presencia de ciertos nutrientes que lo activan o potencian. Entre ellos, una vitamina destaca como esencial para que el colágeno pueda cumplir sus funciones de manera óptima: la vitamina C.

Vitamina C: el catalizador esencial para la síntesis del colágeno

El cuerpo humano no puede absorber el colágeno tal cual se encuentra en su forma natural, sino que primero debe descomponerlo en péptidos y aminoácidos a través del proceso digestivo. Posteriormente, necesita ciertos nutrientes para volver a sintetizarlo internamente. En este punto entra en juego la vitamina C, un nutriente indispensable que actúa como cofactor en la biosíntesis del colágeno y que sin ella, el cuerpo no puede completar las reacciones enzimáticas necesarias para formar las fibras de colágeno que mantienen la piel firme y las articulaciones flexibles.

En términos bioquímicos, la vitamina C es fundamental para la hidroxilación de la prolina y la lisina, dos aminoácidos presentes en las cadenas de colágeno. Esta hidroxilación es lo que permite la estabilidad y la correcta formación de la triple hélice de colágeno, una estructura clave para que este cumpla sus funciones estructurales. Sin suficiente vitamina C, el cuerpo produce colágeno de forma incompleta o ineficiente, lo que puede traducirse en una piel más flácida, articulaciones debilitadas o una cicatrización lenta.

Además, la vitamina C tiene un potente efecto antioxidante. Esto significa que protege las células y las fibras de colágeno ya existentes del daño provocado por los radicales libres, los cuales son responsables en parte del envejecimiento cutáneo y el deterioro del tejido conectivo. Por esta razón, no basta con que consumamos el colágeno en suplementos, sino que es esencial acompañarlo con una dosis adecuada de vitamina C, ya sea a través de la alimentación o de suplementos específicos.

Cómo asegurar una combinación efectiva en tu rutina diaria

Para aprovechar al máximo los beneficios del colágeno, es recomendable tomarlo junto con una fuente de vitamina C en el mismo momento o al menos dentro de un corto intervalo de tiempo. Muchas formulaciones comerciales de colágeno hidrolizado ya incluyen vitamina C en su composición, precisamente para facilitar su absorción y activación. Sin embargo, cuando esto no es así, puedes recurrir fácilmente a alimentos ricos en esta vitamina, como los cítricos (naranja, limón, mandarina), los frutos rojos (fresas, arándanos), el kiwi, el pimiento rojo y el brócoli, entre otros.

Una opción práctica y efectiva es combinar tu dosis diaria de colágeno con un zumo natural de naranja o con un batido que contenga frutas ricas en vitamina C. Esta estrategia no solo mejora la absorción del suplemento, sino que también añade antioxidantes naturales a tu dieta, contribuyendo a la salud general de la piel, el sistema inmune y otros procesos metabólicos.

Es importante mencionar que la vitamina C es hidrosoluble y no se almacena en el organismo, lo que implica que necesita ser consumida de forma regular a través de la dieta. Además, factores como el estrés, el tabaquismo y la exposición a contaminantes pueden reducir los niveles de esta vitamina en el cuerpo, por lo que en muchos casos puede ser útil aumentar su ingesta para asegurar una síntesis efectiva del colágeno.

Finalmente, no se trata solo de tomar colágeno con vitamina C, sino de adoptar un enfoque integral a través de la ingesta de una dieta equilibrada, rica en proteínas, antioxidantes y minerales como el zinc y el cobre, ya que esto va a contribuir a mantener la producción de colágeno a largo plazo. También es fundamental evitar hábitos que lo destruyen, como el exceso de azúcar, la exposición prolongada al sol sin protección y el consumo de alcohol o tabaco.

La efectividad del colágeno no depende únicamente del consumo del suplemento en sí, sino de un entorno nutricional que favorezca su síntesis y protección en el organismo. La vitamina C es, sin lugar a dudas, el nutriente más importante en este proceso, ya que actúa tanto como catalizador en su producción como protector frente al daño oxidativo. Asegurar una ingesta diaria adecuada de vitamina C, combinada con una dieta saludable y buenos hábitos de vida, es la clave para que el colágeno pueda desplegar todos sus beneficios sobre la piel, las articulaciones y la salud en general. ¿Estás combinando correctamente tu colágeno? Tal vez sea momento de revisar tu rutina.

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