En nuestro país, entre 2000 y 2010 crecieron el número de tumores de mama (0,5%), próstata (7,5%), hígado (0,4% en mujeres, 5,5% en hombres) o tiroides (5,5% en mujeres, 6,3% en hombres). Además, en mujeres creció el número de mielomas (3,7%) y cánceres de esófago (2,1%). Por el contrario, disminuyeron de forma general los tumores colorrectales, de vesícula y conductos biliares y de estómago.
LAS CAUSAS
"Los datos que presenta este estudio no sorprenden", comenta Isabel Echavarría, oncóloga del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). "El incremento en la incidencia del cáncer es una realidad que conocemos desde hace tiempo, al igual que el incremento en población más joven".
La mayoría de los debates sobre las posibles causas de la enfermedad de inicio temprano se centran en diferentes factores relacionados entre sí. La buena noticia es que las tasas de supervivencia del cáncer se ha duplicado en los últimos 40 años y seis factores de riesgo evitables representan un tercio de las muertes por cáncer en Europa, algo que arroja esperanzas en materia de prevención.Asimismo, el alcohol, aunque no está suficientemente señalado como factor de riesgo, está implicado en el desarrollo de muchos cánceres, como los de cabeza y cuello, de la cavidad oral, de esófago, de hígado, colorrectal o de mama. En cuanto a la dieta, su participación en el desarrollo de algunos tipos de cáncer se debe a un mayor consumo de grasas saturadas, carne roja, alimentos procesados, junto a un bajo consumo de frutas vegetales, granos enteros y fibra.
Todas estas variantes se han reflejado en los datos ya que, según indican los autores "esta epidemia de cánceres de aparición temprana es probablemente atribuible a cambios en patrones de exposición en la juventud o la primera madurez.''
En relación a esto, durante el estudio se observó lo que denominaron 'efecto de cohorte de nacimiento', el cual muestra que cada grupo sucesivo de personas nacidas en un momento posterior tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer más adelante en la vida. Por ejemplo, las personas nacidas en 1960 experimentaron un mayor riesgo de cáncer antes de cumplir los 50 años que las personas nacidas en 1950. ''Predecimos que este nivel de riesgo seguirá aumentando en las generaciones sucesivas'', afirman.
Factores quizá menos conocidos pero que pueden haber jugado un papel fundamental son el aumento del consumo de fármacos como antibióticos y anticonceptivos orales, el efecto de la contaminación lumínica en la reducción de horas de sueño incluso aspectos como el adelantamiento de la primera menstruación y la reducción del número de hijos por mujer.
REVISAR LOS FACTORES EVITABLES Y MEJORAR EL CRIBADO
La revisión de más de 300 estudios previos sobre el tema no se limitó a identificar a los posibles culpables de esta ''epidemia''. Los cánceres en estadio temprano (que no deben confundirse con los tumores en niños y adolescentes, que no se incluyen aquí) tienen sus propias características. Las diferencias en las características clínicas y analíticas sugieren diferentes mecanismos oncogénicos en estas enfermedades.
Además, estos cánceres son más propensos a diagnosticarse en estadios avanzados y los supervivientes son más proclives a problemas a largo plazo de infertilidad, enfermedades cardiovasculares y cánceres secundarios. "Quedan muchas preguntas por resolver", apunta Echavarría, "como, por ejemplo, el impacto individual de cada factor de riesgo en cada situación, al igual que si existen más factores añadidos a los que ya conocemos que estén siendo responsables de este incremento en la incidencia del cáncer a edades jóvenes".
A ello se suma el efecto de los factores de riesgo del cáncer en otro tipo de enfermedades, como las cardiovasculares o las respiratorias. "Por ello es importante fomentar desde la infancia un estilo de vida saludable y concienciar sobre el papel reductor de riesgo que puede tener dicho estilo de vida".
A este respecto, las medidas también se van implantando poco a poco, "dada la creciente incidencia de varios tipos de cáncer de aparición temprana, necesitamos incrementar la concienciación de esta tendencia y, potencialmente, reevaluar las guías de cribado actuales o desarrollar aproximaciones personalizadas para el cribado de cáncer de aparición temprana".
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