Cuando tu pareja es adicta a buscar el conflicto en la relación

Todos conocemos a alguien a quien se "enciende" muy rápido. Personas que parece que están esperando que alguien hable para lanzarse a la carga de los reproches, mirando con lupa cada palabra de cada comentario. Son personas adictas al conflicto porque no se trata de un momento puntual o de que tenga un mal día sino de un perfil muy concreto orientado a desestabilizar, romper la calma, generar tensión y crear batallas entre familias, amigos, compañeros de trabajo y parejas. Hablamos de un comportamiento adictivo que se caracteriza por buscar de manera incesante el conflicto.

¿Cómo identificar a una persona adicta al conflicto?

La persona adicta al conflicto es fácilmente identificable porque son desafiantes, les gusta el enfrentamiento y tienen tendencia a proyectar su ira en los demás, argumentando el clásico "Me has hecho enfadar". Todo esto se debe y, es donde está la clave principal, a que tienen una mala o ninguna gestión emocional, así que lo que cabe esperar de ellos es que sean impulsivos, son personas que dan voces a la primera de cambio y se suelen dejar invadir por la ira, el resentimiento o la necesidad de llevar la razón.

Son personas extremistas que se posicionan en el "todo o nada" además crean un visión distorsionada de lo que ocurre realmente, lo que les lleva a tener una mentalidad rígida que en la mayoría de las situaciones, y sobre todo, en pleno conflicto, dificulta la reflexión.

Otra característica de las personas con adicción a los conflictos es que tienen bastantes dificultades para empatizar ya que solo ven el mundo desde su perspectiva, creando culpables de lo que no ha sucedido como esperaba, por lo que tienen baja tolerancia a la frustración, ya que son incapaces de reflexionar sobre lo ocurrido y su forma de actuar.

Hay gente que es adicta a pelear

Hay gente que está acostumbrada a pelear porque no ha conocido otra forma de relacionarse con sus seres queridos y con las personas en general. Este tipo de personas ni siquiera sabe decir te quiero, les cuesta o les da vergüenza. Su mecanismo de defensa ante la ausencia de autocontrol es la pelea, una clara evidencia de la falta de entrenamiento en la gestión emocional y se ven desbordados ante cualquier situación que se salga de su rol.

Estas personas, además tener problemas para relacionarse, dejan caer todo el peso de la responsabilidad en los demás, más que nada porque lo que interfiere es su manera de ver. Es decir, suelen ver un conflicto donde no lo hay.

¿Quién te lo iba a decir cuando conociste a esa persona encantadora aquel día y con la que pensabas pasar el resto de tu vida? Hay gente que con su forma de comunicarse ya te hace sentir mal. Son personas hirientes en sus comentarios y agresivas en su manera de dirigirse a los demás. Viven en una frustración permanente y enfadados porque la pareja no hace lo que ellos o ellas esperan y esto les genera un profundo malestar.

Ante esta situación y por difícil que te parezca, debes tener la mente fría e intentar abstraerte emocionalmente para que su malestar no te contamine. Para ello, tienes que pensar que realmente no es un ataque personal hacia ti, sino que el problema es con ella en cuestión. Es por propia seguridad emocional. Así que todo el esfuerzo que hagas por intentar cambiarla será en vano.