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Muchas veces nos encontramos con el dilema de tener aparentemente "algo" con una persona, hay feeling, conexión que no es del todo completa porque después de un tiempo de quedadas, sin nada serio, uno de los dos empieza a querer dar un paso para tener más de lo que tienen en ese momento. Sin embargo, la otra persona no se termina de decidir.
Entonces empiezan a surgir dudas y pensamientos en nuestra cabeza que nos llevan a preguntarnos, qué hacer, cómo interpretar las señales o si vale la pena esperar. Esta ambigüedad emocional en la que alguien muestra interés en nosotros, pero no actúa en consecuencia, puede desencadenar una serie de emociones, si esperamos claridad. Según estudios de Journal of Social and Personal Relationships (Knobloch & Solomon, 2005), "la incertidumbre en las relaciones puede aumentar los niveles de ansiedad, disminuir la satisfacción y generar un ciclo de pensamientos obsesivos sobre la otra persona".
Por ejemplo, si alguien envía mensajes contradictorios como buscar tu compañía, pero evita temas más profundos sobre el futuro, nos agota emocionalmente. En este contexto, vamos a intentar adoptar una serie de medidas que nos protejan a nivel emocional para poder llevar mejor la situación.
Es importante considerar que el interés no acompañado de acción puede deberse a múltiples factores. Una teoría relevante es el modelo de apego desarrollado por Bowlby (1982) y ampliado por Hazan y Shaver (1987) según el cual, las personas con un apego evitativo pueden tener dificultades para comprometerse emocionalmente. Aunque puedan sentirse atraídos, el miedo a la intimidad o al rechazo puede impedirles avanzar.
Por lo que identificar estas señales nos puede ayudar a protegernos emocionalmente ya que estos los indicadores de un comportamiento evitativo contribuye a mantener una distancia emocional, evitar conversaciones sobre sentimientos o futuro, y priorizar su independencia por encima de la conexión.
La comunicación efectiva es esencial para abordar este dilema. Según un estudio de Canary y Stafford (1992) sobre estrategias de mantenimiento de relaciones, una conversación abierta puede ser un catalizador para clarificar intenciones. Abordar el tema de manera asertiva, expresando cómo nos sentimos y qué esperamos de la relación, puede proporcionarnos una información valiosa sobre las intenciones reales de la otra persona.
Por ejemplo, podrías decir: "He notado que pasamos tiempo juntos y siento que hay interés mutuo, pero también percibo cierta ambigüedad. Me gustaría entender mejor cómo te sientes al respecto". Este enfoque evita la culpa y fomenta una comunicación abierta.
Una vez que haya comunicado tus necesidades y sentimientos, la paciencia puede ser necesaria, pero no infinita. Es importante evaluar cuánto tiempo y energía estás dispuesto a invertir en una situación incierta. La psicóloga Susan Krauss Whitbourne, en un artículo para Psychology Today (2016), sugiere que "mantener límites saludables es esencial para evitar el desgaste emocional".
Si la persona continúa sin dar pasos concretos, pregúntate si esta espera está alineada con tus valores y expectativas. La autocompasión, según investigaciones de Neff (2003), puede ayudarte a manejar el rechazo o la engaño, permitiéndote cuidar tu bienestar emocional sin caer en el autojuicio.
Si tras un período razonable de espera que la persona no muestre disposición para avanzar, considerar soltar la conexión puede ser la mejor decisión. Aunque puede ser doloroso, el acto de priorizar tu bienestar abre espacio para nuevas oportunidades. Un estudio de Journal of Positive Psychology (Lewandowski et al., 2006) encontró que dejar relaciones ambiguas o no correspondidas puede aumentar la sensación de autonomía y satisfacción personal a largo plazo.
Además, entiende que la inacción de la otra persona no refleja tu valor como individuo es crucial. Todos tienen sus propias barreras emocionales, y su incapacidad para avanzar no debe interpretarse como un reflejo de tus méritos o cualidades.
Cuando alguien muestra interés pero no da el paso para una relación, puede ser una oportunidad para profundizar en la comunicación, reflexionar sobre tus expectativas y practicar el autocuidado. Si bien es normal desear claridad y reciprocidad, también es esencial priorizar tu bienestar.
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