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Los celos suelen estar mal vistos, pero no dejan de ser una emoción humana más que puede sentir cualquier persona en cualquier momento. El problema viene cuando esos celos provocan en nosotros reacciones desproporcionadas que afectan a nuestras relaciones personales y a nuestra salud mental. Entonces, ¿cómo saber si eres una persona celosa? ¿Cómo distinguir entre celos normales y aquellos que pueden ser perjudiciales para ti o para tus seres queridos?
Ser consciente de tus sentimientos y estar dispuesto a trabajar en ellos es clave para evitar que los celos dominen tu vida. Al comprender que a veces nos pueden estar indicando una manifestación de inseguridades personales, te facilita el comienzo del desarrollo de estrategias con las que fortalecer tu autoestima y aprender a confiar más en ti mismo y en tus relaciones.
Los celos tienen un componente adaptativo en situaciones en las que sentimos que necesitamos proteger nuestras relaciones para evitar la infidelidad. Sin embargo, aunque esta emoción tenga una función protectora, también puede desbordarse y causar conflictos internos y externos, por lo que es importante saber reconocer cuándo los celos son funcionales y cuándo se han vuelto un problema.
Un primer indicio de que los celos están presentes de manera significativa en tu vida y por tanto puede llegar a ser un problema es la frecuencia con la que experimentas preocupación o ansiedad en relación a la posibilidad de perder a alguien. Imagina que constantemente te preguntas qué está haciendo tu pareja cuando no está contigo o que revisas sus mensajes y redes sociales buscando señales de una posible amenaza. Este comportamiento es un signo claro de que los celos se han vuelto intrusivos y poco saludables ya que la ansiedad que alimenta estos comportamientos rompe la confianza en la relación y en uno mismo, lo que nos lleva a estar en un ciclo constante de inseguridades.
"Cuando se manifiesta en un deseo de control sobre el otro o en la incapacidad de sentir seguridad dentro de la relación, es cuando se convierte en un problema"
Otro aspecto que podría indicar que eres una persona celosa es la tendencia a compararte con otros de manera frecuente y desfavorable. Si constantemente sientes que no eres suficiente o que otras personas son más atractivas o más valiosas que tú, es probable que experimentes celos de manera recurrente. Este tipo de comparación social está muy ligada a los celos, especialmente en un mundo hiperconectado digitalmente como el actual, donde las redes sociales nos bombardean con imágenes idealizadas de la vida de los demás.
Un estudio de Muise, Christofides y Desmarais demostró que el uso intensivo de Facebook estaba relacionado con un aumento de los celos románticos, ya que las personas se exponen constantemente a información sobre sus parejas que antes no estaba disponible, como quién les da "me gusta" o comenta en sus publicaciones.
Es importante aclarar que sentir celos no significa necesariamente que seas una persona "mala" o "tóxica", sino que los celos, como otras emociones, pueden ofrecernos una valiosa retroalimentación sobre nuestras inseguridades, nuestros miedos más profundos y nuestras expectativas en las relaciones. No obstante, cuando esta emoción se convierte en una constante en nuestras vidas, cuando se manifiesta en un deseo de control sobre el otro o en la incapacidad de sentir seguridad dentro de la relación, es cuando se convierte en un problema.
Un signo crucial de que los celos pueden estar controlando tu vida es el temor constante a ser traicionado y cuando este miedo se apodera de nosotros empezamos a distorsionar la realidad, viendo amenazas donde no las hay. Por ejemplo, cuando ves a tu pareja hablando con otra persona y tu cabeza empieza a sacar conclusiones del tipo como que se gustan. Son pensamientos distorsionados, intrusivos y paranoicos propios de personas que presentan celos patológicos, pero esta situación no entra dentro de lo que se considerarían celos normales y, además, puede ser extremadamente perjudicial tanto para la persona que los siente como para su entorno y la persona que sufre estas acusaciones, a veces, de manera injusta.
Una herramienta fundamental para detectar si eres una persona celosa es la autoobservación mediante la cual puedes reflexionar sobre cómo te sientes en situaciones cotidianas: ¿sientes enfado, tristeza o miedo cuando ves a tu pareja interactuar con otras personas? ¿Te resulta difícil confiar en los demás? Si estas emociones son las predominantes y están afectando a tu bienestar, podría ser el momento de buscar ayuda. El reconocimiento de los celos es el primer paso para poder solucionar este problema.
"La verdadera seguridad en una relación no proviene de controlar al otro, sino de aprender a confiar en que, pase lo que pase, tú serás suficiente"
También es relevante mencionar que, a menudo, los celos están arraigados en una baja autoestima y una sensación de vulnerabilidad ante ciertas emociones. Si te cuesta valorarte a ti mismo, es más probable que percibas amenazas a tus relaciones, ya que crees que no eres lo suficientemente valioso como para mantenerlas. Las personas con baja autoestima tienden a ser más susceptibles a los celos, ya que su sentido de identidad y valor personal está más condicionado por las acciones y opiniones de los demás.
El camino hacia una gestión saludable de los celos no es fácil, pero es posible. Una vez que reconoces que los celos están presentes, es esencial aprender a comunicarlos de manera constructiva. La vulnerabilidad y la apertura emocional pueden ayudarte a superar los celos, ya que permiten que tu pareja o amigo entienda tus miedos y te apoye en el proceso. Como sugieren Barelds y Dijkstra, "la comunicación abierta y honesta es uno de los factores clave para reducir los conflictos derivados de los celos en las relaciones románticas". La verdadera seguridad en una relación no proviene de controlar al otro, sino de aprender a confiar en que, pase lo que pase, tú serás suficiente.
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