La Hermandad de la Esperanza de Triana va a emprender desde este viernes una importante reforma en la Capilla de los Marineros. Con el objeto de seguir dotando a su sede canónica de la excelencia artística y ornamental adecuada, se acaba de aprobar proyecto de dorado del retablo del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, así como una intervención en la nave sacramental para dotarla de una nueva disposición, ornamentación y una mejor accesibilidad. Los trabajos se desarrollarán bajo la dirección artística de los hermanos de la corporación Francisco Javier Sánchez de los Reyes y José Ignacio Sánchez Rico, y cuentan con la dirección técnica de los arquitectos Aurelio Gómez de Terreros Guardiola y Rafael Galiano Rodríguez.

Tras emprender la ambiciosa reforma del camarín de la Virgen, que todavía está en desarrollo y que permitirá que los fieles lleguen hasta las mismas plantas de la Dolorosa, la hermandad ha decidido continuar mejorando su sede canónica. La primera de las actuaciones previstas afectará al retablo del Cristo de las Tres Caídas. Las obras que comienzan este viernes durarán unos dos años. El grueso estará terminado para la Semana Santa de 2024 y se instalará un panel de separación de obras para no tener que cerrar la capilla al culto.

Para ello, se procederá al desmontaje y retirada del retablo para proceder a su dorado, en oro fino de máxima calidad del fabricante italiano Giusto Manetti, de 20 gramos de 23 ¾ quilates, a cargo del Taller de Dorado y Restauración Paco Pardo S.L., y al policromado al óleo, dorado en oro 23 ¾ quilates y estofado de su imaginería. El medallón de la Virgen de los Mareantes será realizado por su autora Lourdes Hernández; mientras que Encarnación Hurtado se hará cargo del resto de imágenes que conforman el conjunto ornamental.

Posteriormente, se procederá al tallado en madera de cedro, policromado al óleo, dorada en oro 23 ¾ quilates y estofado de forma tradicional por Encarnación Hurtado de dos imágenes de San Francisco de Paula y San Jacinto para las capillas existentes en el tercio superior del retablo, en referencia a dos de los templos en los que ha residido la hermandad en el transcurso de su historia.

El retablo del Cristo el día de su bendición.

La intervención en el camarín del Santísimo Cristo de las Tres Caídas servirá para dotarlo de las mismas condiciones de seguridad contra incendios que ya están instaladas en el de la Virgen. Cuentan con un margen de seguridad de 120 minutos, debido a la puerta contraincendios y al sistema de agua nebulizada en caso de alcanzar temperaturas en el interior de camarín superior a 72 grados, así como detectores ópticos de incendios.

La intervención servirá para llevar a cabo uno de los principales anhelos de la hermandad. Se procederá a la disminución de la altura a la que se encuentra ubicada la imagen del Cristo para garantizar un mayor acercamiento a los fieles. Esto era muy demandado por los hermanos y devotos. Se ampliará la embocadura del camarín para garantizar una mejor visión del Cristo y facilitar el acceso continuado al interior de su camarín para la veneración o besapié.

Para dotar de forma de cruz latina la planta de la Capilla de los Marineros, arquitectura usada en los templos católicos, cuya nave central es de mayor longitud que el transepto, el altar del Cristo pasará a presidir la nave de la epístola. Para ello, se procederá al adecentamiento para el culto de la nave sacramental, dotándola de una nueva ornamentación acorde en estética y arquitectura con el resto del templo, la cual incluirá dos nuevas balconadas.

La capilla de los Marineros.

Esta ambiciosa reforma afectará a la sacristía, que se ampliará y trasladará desde su actual ubicación a la zona en la que actualmente se ubica el retablo del Cristo de las Tres Caídas y el actual acceso a los camarines, dotándola así de mayor amplitud y situándola en un espacio más próximo al altar de celebración.

La actuación se completa con la construcción de un nuevo columbario, ya que el actual ha visto reducida su capacidad de ocupación en los últimos años, siendo insuficiente. Gracias a esta reforma, se podrá dotar a la Capilla de los Marineros de un ascensor que garantice el acceso a esta parte de la casa hermandad y al nuevo columbario a personas con movilidad reducida. Por último, se creará un nuevo ropero para albergar el ajuar del Cristo de las Tres Caídas y la Virgen de la Esperanza.

De manera paralela, el talle de Daroal y Jesús Alcarazo continúan trabajando en la decoración y ornamentación del camarín de la Esperanza para su futura bendición y apertura a los fieles.