La Hermandad de Nuestra Señora del Amparo celebrará este domingo, 13 de noviembre, la fiesta del Patrocinio, con la función principal de instituto a las 11:00, en la parroquia de Santa María Magdalena, presidida y oficiada por Francisco Román Castro, canónigo de la Catedral de Sevilla, párroco de la Magdalena y director espiritual de esta hermandad de gloria. Intervendrá el grupo de Cámara Nuestra Señora del Amparo, dirigido por Pilar Morillo, interpretando la Missa Refugium Peccatorum de Rubén Jordán Flores y las tradicionales Coplas de Turina.

Por la tarde, a partir de las 18:00, tendrá lugar la procesión con la Santísima Virgen del Amparo, tomando el siguiente recorrido: Cristo del Calvario, Canalejas, Gravina, Pedro del Toro, Bailén, Miguel de Carvajal, Plaza del Museo, Monsalves, El Silencio, Alfonso XII, Almirante Ulloa, Monsalves, Rafael Calvo, San Roque, San Eloy, Bailén, Andén de San Pablo y Cristo del Calvario.

Este año la procesión hará estación en la capilla de Jesús Nazareno, anexa a la iglesia de San Antonio Abad, sede de la Hermandad del Silencio; en la iglesia conventual del Santo Sepulcro y San Gregorio Magno, sede de la Hermandad del Santo Entierro; y en la iglesia de Nuestra Señora de Montserrat, sede de la cofradía del mismo nombre, en la calle Cristo del Calvario.

La entrada está prevista en torno a las 21:30. Una vez el paso de Nuestra Señora del Amparo se encuentre en el interior del templo, y en memoria del voto de noviembre de 1755, se entonarán las estrofas del canto Sub tuum praesidium para finalizar ante su venerada imagen con el canto de la Salve Regina y las preces de rigor por los hermanos difuntos.

El acompañamiento musical correrá a cargo de la Sociedad Filarmónica de Nuestra Señora del Carmen de Salteras. El capataz de esta cofradía es Ismael Vargas Crespo.

Voto de noviembre de 1755

Las primitivas Reglas estipulaban que la Hermandad de Nuestra Señora del Amparo celebraría su fiesta principal el día de la Expectación de Nuestra Señora (18 de diciembre), pero pronto se trasladaría a la fiesta del Patrocinio de la Santísima Virgen (segundo domingo de noviembre), más en consonancia con su advocación.

A las 10:00 del sábado 1 de noviembre de 1755, se produjo el formidable terremoto de Lisboa, que causó numerosos estragos en diversas collaciones de la ciudad. Sin embargo, en la de la Magdalena no se registraron daños considerables y ello se interpretó como una patente muestra de la protección que a la misma dispensaba la Santísima Virgen del Amparo.

Este hecho provocó que la hermandad, en unión del venerable Clero parroquial, hiciese un solemne voto por el que conjuntamente celebrarían a perpetuidad novena, función, procesión, vísperas y maitines, así como el de defender la entonces piadosa creencia de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora.