Sol y agradables temperaturas para recorrer los cinco barrios por los que salieron cofradías en la antesala del Domingo de Ramos. Mientras que en el centro todo estaba dispuesto para el comienzo de las estaciones de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, en la diáspora de Sevilla se vibraba con las procesiones de Torreblanca, Padre Pío o el Divino Perdón de Alcosa, las más alejadas. En Ciudad Jardín y el Fontanal también tuvieron cofradías, con la Milagrosa y San José Obrero.
Sábado de Pasión, de mucha pasión. Si el Viernes de Dolores ya comenzó con fuerza, el descanso laboral de muchas familias permitió en esta segunda jornada ver las calles llenas desde primera hora de la tarde. Hubo quien empezó sus vacaciones de Semana Santa viendo nazarenos y pasos. En algunas cafeterías había que hacer cola a la hora de la merienda. Todo transcurría con la normalidad de siempre. Eran pocos los mantenían las mascarillas puestas al aire libre, salvo en zonas más concurridas de público.
La tarde empezaba en Palmete, con la salida de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Clemencia y la Santísima Virgen Madre de la Divina Gracia. Con túnica lisa aparecía este Nazareno de Fernando Murciano, a los sones de la Agrupación Musical de Santa Cecilia. En la presidencia del paso de palio pudo verse con una vara al arzobispo de Sevilla, Saiz Meneses, cuando la cofradía llegaba a la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en el barrio del Cerro del Águila, donde hizo su estación de penitencia.
A ocho kilómetros del Cerro, el barrio de Torreblanca acompañaba a su Señor Cautivo ante Pilato y a la Virgen de los Dolores. Varias lluvias de pétalos cayeron sobre esta Dolorosa, que es la primitiva imagen de la cofradía veterana de las vísperas, realizada en 1988 por José María Gamero Viñau. Lágrimas de emoción caía por las mejillas de algunos devotos al ver pasear a sus imágenes por la puerta de su casa tras dos años de pandemia. Elegante y arrollador caminar del primero de los pasos, a sones de la Agrupación Musical de la Sentencia de Jerez.
Representación de la Marina delante del palio de la Virgen del Rosario
Desde la Parroquia de la Milagrosa, la guardia judía anunciaba la llegada del Cristo que cruza cada Sábado de Pasión el Puente del Cedrón, desde Ciudad Jardín hasta Nervión, visitando el Hospital de San Juan de Dios. Casi a la misma hora, los nazarenos azul y blanco de San José Obrero recorrían su feligresía antes de buscar el Santuario de la Hermandad de los Gitanos. En este templo estaban los dos pasos de la Hermandad de los Gitanos y los dos de la Hermandad de la Redención, que saldrá este Lunes Santo desde este templo por obras en su Iglesia de Santiago. La Virgen de los Dolores, la que tallase Álvarez Duarte en 1962, iba exornada con flores blancas bajo su palio azul, aun sin bordados.
La última en salir fue la Hermandad del Divino Perdón, en el barrio de Alcosa. Se estrenaban los dos acompañamientos musicales, con la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas en el paso de Cristo y la Soledad de Cantillana tras la Virgen. El Pastor de la Iglesia sevillana estuvo presente y tocó el martillo del paso de Cristo en el momento de la salida, cuando el capataz Juanma López dedicaba una levantá por los hermanos difuntos. Y es que esta cofradía está de luto, por el fallecimiento de Antonio Fernández-Trujillo, consiliario en la actual junta de gobierno, este Viernes de Dolores. Llamaba la atención el cuello o "chorrera" que porta el Nazareno, destacando sobre la túnica de terciopelo.
Con la Hermandad del Divino Perdón hemos procesionado por el barrio de Alcosa. Poder expresar el fervor, es decir, la fe y el amor, a Nuestro Señor y a su Santísima Madre por las calles, en un día espléndido, después de dos años tan duros, ensancha el corazón y eleva el espíritu pic.twitter.com/FWLEbp9YXD
— José Ángel Saiz Meneses (@ArzobispoSaiz) April 9, 2022
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