Una realidad aún lejana a la capital andaluza, pero que conviene tener en cuenta. La falta de nazarenos y costaleros (hombres de trono o cargadores) que sufren provincias vecinas empieza a evidenciarse en municipios sevillanos, donde se han encendido las alarmas ante una carestía de participantes en los cortejos penitenciales de la próxima Semana Santa, la primera con cofradías en la calle tras dos ediciones sin ellas por culpa de la pandemia del Covid. 

Si a principios de la cuaresma las hermandades de Sevilla capital advertían de la eclosión en el número de nazarenos que traería la Semana Santa de 2022, en otros puntos de la región andaluza ocurre todo lo contrario. Empiezan a ser necesarios participantes en estos cortejos. Una situación que no se recordaba desde hace décadas y que puede constituir el inicio de un nuevo periodo. 

En la ciudad de Málaga, que ha celebrado recientemente una Magna y un vía crucis extraordinario, la Hermandad de los Dolores del Puente enviaba a principios de la cuaresma una misiva a sus miembros en la que los animaba a participar, tanto con el hábito penitencial como portando los tronos de la cofradía, ante la falta de solicitudes recibidas en el plazo previsto. Las corporaciones de Santa Cruz, la Crucifixión y Monte Calvario viven una situación similar. Debe tenerse en cuenta aquí la dificultad añadida que supone alcanzar el número completo de hombres de tronos, que en los de menor tamaño rondan el centenar.

Hombres de trono en una cofradía de Málaga.

En todo caso, se trata de una tendencia decreciente que las propias corporaciones admiten que se inició la pasada década y que la pandemia ha agudizado. Así ocurre también en la ciudad de Cádiz, donde el número de integrantes de los cortejos penitenciales queda ahora mismo por debajo de las cifras alcanzadas en 2019, la última Semana Santa con pasos. Especial preocupación causa que la mayor merma se registre entre los nazarenos de menor edad, una circunstancia estrechamente vinculada con la bajada de la natalidad que sufre el país. Una de las corporaciones detalló a Diario de Cádiz que todas las cuaresmas se hacen entre 15 o 20 túnicas nuevas y que en la actual aún no se han requerido los servicios de la costurera. No ocurre lo mismo con los cargadores de pasos, donde la participación se mantiene en números similares a los anteriores de la pandemia. 

Sevilla capital está lejos, por ahora, de llegar a esa situación. Las cofradías han advertido, en líneas generales, de un aumento de nazarenos para esta Semana Santa que podría, incluso, complicar varias jornadas. No obstante, cuando apenas quedan 10 días para un nuevo Domingo de Ramos, varias corporaciones aseguran que el incremento es menor al esperado y que, incluso, en algunos casos, se ha registrado un retroceso. 

La provincia, ya afectada

Pero la provincia, sin embargo, no puede garantizar este éxito de convocatoria. Son varias las hermandades que han lanzado un SOS en estas vísperas para animar a sus miembros a participar en la estación de penitencia, una labor fundamental para, además de cumplir con el fin principal de estas corporaciones católicas, costear los gastos que dichas salidas generan, ya que en muchas de ellas la papeleta de sitio no está incluida en la cuota. 

Así ha ocurrido, por ejemplo, en la Hermandad de la Sagrada Entrada del Viso del Alcor, donde se buscan "refuerzos" para la cuadrilla de costaleros de la Virgen de la Paz, que cuenta actualmente con los integrantes "justos, sin relevos". "Necesitamos la ayuda de más compañeros para que la Virgen salga de forma digna por nuestro pueblo", indicaba uno de los whatsapp que han circulado estos días en los que se pedía dicha colaboración. 

Costaleros preparándose la ropa.

Un caso aún más preocupante es el que se vive en Pruna, localidad de la Sierra Sur sevillana, próxima a la frontera con la provincia de Málaga. En este municipio la Hermandad de la Vera-Cruz se encarga de todos los cortejos penitenciales que salen desde el Jueves Santo al Domingo de Resurrección. Pues bien, este año no podrá celebrase la cofradía de la primera jornada. El motivo, la falta de aspirantes, un problema que los responsables de la corporación vinculan con la merma de jóvenes y, por tanto, con la sangría demográfica que sufren los pueblos alejados de la grandes urbes. La España vacía, que empieza a afectar también a las cofradías. 

En el Jueves Santo sale en procesión la imagen de Jesús Nazareno, pero lo hace sin cruz, a modo de cautivo. Este año no será posible poder contemplar dicha estampa. "Acabamos de salir de la pandemia y es casi imposible reorganizar todo con la normalidad que teníamos antes", refieren responsables de la hermandad, que abundan en que "además, estamos perdiendo a pasos gigantes muchísima de nuestra gente y, sobre todo, los más jóvenes". "Por todos estos motivos, nos hemos visto obligados a tener que prescindir de una procesión", añaden. 

Costaleros en una procesión de la provincia.

Una situación que ya se vivió antes de la pandemia en el municipio onubense de Nerva, donde faltaban costaleros para la cofradía del Gran Poder y Mayor Dolor, y que también ocurre ahora en Ayamonte, desde donde se han hecho llamamientos en Sevilla para "reclutar" costaleros que saquen cofradías de la localidad en los días santos. 

Un problema que, por ahora, parece lejano en Sevilla capital, especialmente en un año condicionado por la vuelta a la normalidad tras la pandemia, pero que que conviene no perder de vista. Ya se sabe lo que dice el viejo refrán: "Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar...".