¿Tendrá Sevilla un nuevo santo próximamente?
El cardenal Ayuso asegura que la causa de canonización del beato Marcelo Spínola avanza en el Vaticano
Sevilla podría contar próximamente con un nuevo santo. La causa de canonización del beato Marcelo Spínola y Maestre, el arzobispo mendigo, gran devoto y divulgador de la devoción del Señor del Gran Poder, sigue su curso en el Vaticano. Así lo aseguró ayer el cardenal sevillano Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso que ofreció en la casa de hermandad del Gran Poder la conferencia titulada Reflexiones sobre el diálogo interrelegioso y la fraternidad humana.
"Se está procediendo y estamos deseando. Se están haciendo los estudios. Hay también un sacerdote que ha terminado una tesis doctoral sobre toda la formación sacerdotal que el beato Marcelo Spínola desarrolló durante su ministerio sacerdotal. Se presentará en los próximos meses. Hay otras muchas personas que están colaborando en el conocimiento y difusión de su vida", aseguró monseñor Ayuso.
El cardenal Ayuso, que hoy presidirá la misa pontifical del IV centenario del Gran Poder, señaló que el beato Marcelo Spínola es su "debilidad", por lo que lo citará durante su homilía. "Es una persona de rabiosa actualidad. Harían falta hoy muchos arzobispos mendigos. Hay muchas necesidades".
Para finalizar, monseñor Ayuso explicó a los asistentes que desde el punto de vista canónico cada causa lleva un tiempo y un proceso. "Creo que se está procediendo y espero que se pronto. Y si lo es, espero estar presente ese día".
Aunque nacido en la localidad de San Fernando (Cádiz), Marcelo Spínola desarrolló la mayor parte de su labor pastoral en la Archidiócesis de Sevilla. En 1858 ingresó en el seminario de Sevilla y fue ordenado sacerdote el 21 de mayo de 1864. Celebró su primera misa en la Iglesia de San Felipe Neri el 3 de junio, festividad del Sagrado Corazón de Jesús.(
En 1871 el cardenal Lastra lo nombró párroco de San Lorenzo, donde permaneció hasta 1879. Durante su estancia en en la parroquia se integró en las dos cofradías que tenían establecida allí su sede: el Gran Poder y la Soledad.)
En 1896 fue nombrado arzobispo de Sevilla por el papa León XIII. El 11 de diciembre de 1905, Pío X le creó cardenal. A los pocos días, llegó a Sevilla el legado pontificio que le impuso el solideo. El 31 de diciembre, en Madrid, el rey Alfonso XIII le colocó la birreta. Spínola, flaco y decaído, sufrió de ese vaivén de ir y venir en tren a Madrid. El 12 de enero de 1906, debió volver a la corte para asistir a la boda de la infanta María Teresa, hermana del rey. De vuelta a Sevilla el 13 de enero, Spínola acudió al santuario de la Virgen de Regla en Chipiona para la bendición de la nueva iglesia. Murió en Sevilla unos días después, el 19 de enero, y fue enterrado en un sepulcro con su efigie en mármol en la catedral de Santa María de la Sede.
El papa Juan Pablo II, en su visita a ciudad de Sevilla, el 5 de noviembre de 1982, oró ante su sepulcro. Fue beatificado en Roma el 29 de marzo de 1987.
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