Desde antes que las puertas de la Catedral se abrieran a las nueve de la mañana, los fieles se agolpaban para acudir al reencuentro más cercano, un agosto más, con la Virgen de los Reyes. El reguero de fieles y devotos está siendo constante durante toda la jornada para venerar a la patrona de Sevilla y su Archidiócesis en otro año marcado por las limitaciones impuestas por la pandemia y sin procesión el 15 de agosto.

Para esta ocasión, la Virgen ha sido ataviada por las Hermanas de la Cruz con un manto realizado a partir de piezas de un capote de paseo de Salvador Guardiola. El manto está cargado de emotividad ya que este rejoneador falleció a lomos de un caballo en la tarde del 21 de mayo en 1960, durante una corrida de toros en la plaza de Palma de Mallorca. Su repertorio de joyas lo componen la corona de filigranas de oro, la antigua de salida, una obra realizada por Manuel González Rojas en 1876, y el pecherín de corales, donado por el Rey Felipe de Francia con unas joyas que antiguamente formaban una tiara. La saya es obra de las hermanas del Espíritu Santo y cuenta con encajes de oro del siglo XVIII.

Los fieles y devotos ante la Virgen de los Reyes.

Este jueves, la Virgen estará expuesta a los fieles en horario de mañana, de 9:00 a 14:00. Ya por la tarde, será trasladada al palio de tumbilla situado en el Altar del Jubileo, donde desde el viernes se celebrará la novena en honor a la Virgen, dando comienzo a las 20:00 en su horario de tarde.