Patrimonio

Así luce la saya de la Virgen del Voto de Pasión tras su restauración

La saya ha recuperado buena parte de su esplendor pasado

La saya ha recuperado buena parte de su esplendor pasado

Una recuperación que supera cualquier análisis histórico-artístico. La hermandad de Pasión ha presentado hoy en la Sala Capitular de la Hermandad la saya de 1677 de Nuestra Señora del Voto tras las labores de restauración que se han acometido sobre una de las piezas capitales del bordado de esta cofradía y de todo el patrimonio textil de nuestras hermandades por su singularidad y su técnica. 
La pieza tras su restauración La pieza tras su restauración

La pieza tras su restauración

 
Esta recuperación ha sido llevada a cabo por la restauradora Gema Pérez, junto a un equipo interdisciplinar formado por el profesor y doctor José Roda y el fotógrafo Daniel Salvador-Almeida, durante nueve meses de intervención directa. Dicha pieza ha sido restaurada gracias a la subvención concedida por parte de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía para la conservación-restauración de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso en Andalucía, en la convocatoria de 2021.

Una saya única 

Se trata de una saya única en Sevilla, de las más antiguas que se conservan, ya que fue realizada por Frutos García en del año 1677. Es toda una joya, realizada íntegramente por bordados de hilos tendidos sobre tejido de lino, empleándose para ello hilos metálicos de plata y plata sobredorada, cuya decoración se ejecuta mediante los juegos de brillos y volúmenes de los hilos de hojilla y canutillos. Para la parte central del escapulario, se han empleado hilos de giraspe en azul para el bordado del fondo e hilos metálicos para el resto de bordados. Tan solo la cabeza del querubín presentaba matizados en hilos de seda e incrustaciones de porcelana para los ojos.
Detalle de la saya tras su restauración Detalle de la saya tras su restauración

Detalle de la saya tras su restauración

Esta obra presentaba una gran acumulación de suciedad superficial y oscurecimiento por oxidación de los hilos metálicos. Desde su llegada a la entonces Hermandad Sacramental del Salvador, apenas ha sido intervenida, salvo por algunas fijaciones puntuales mediante cosidos sobre hilos sueltos y alguna costura descosida, manteniendo en su mayoría las costuras originales. Este es el motivo por la que se ha conservado en tan buen estado a lo largo de los siglos.

Las principales intervenciones han consistido en una microaspiración integral tanto del anverso como del reverso. Se han desmontado aquellas costuras que no eran originales, pudiendo tratar de forma independiente las tres partes que conforman la saya. Además, se han mantenido aquellas costuras que eran originales, con lo que ha habido piezas que no se ha podido acceder completamente al reverso, manteniendo la originalidad de la misma.

Acto de presentación de la pieza en la sala capitular Acto de presentación de la pieza en la sala capitular

Acto de presentación de la pieza en la sala capitular

Tras las pruebas pertinentes realizadas para la limpieza química, se ha optado por varias mezclas de diferentes disolventes, que de forma mecánica se ha conseguido sacar el brillo que inicialmente presentaban los hilos metálicos. Para la consolidación se ha empleado un tejido de refuerzo, el cual le dará estabilidad y consistencia para su manipulación. Además, servirá como base sobre el que se han ido fijando todos aquellos hilos que se encontraban sueltos, recuperándose la morfología de los motivos bordados. Además, se ha reconstruido las zonas perdidas de bordado, consiguiendo una reintegración visual general. Finalmente se han montado las tres partes tras su intervención.

Detalle del querubín de esta saya Detalle del querubín de esta saya

Detalle del querubín de esta saya

Sin duda, con la restauración realizada, se ha conseguido la estabilidad de la obra, frenando y evitando los deteriores y daños que con el paso del tiempo han ido atacando a la saya. Ya no solo se ha recuperado y aumentado el valor de la misma, sino que se ha contribuido a su conservación y admiración, que esperemos que sea prolongada, a lo largo de los años.

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