Continúan produciéndose los comunicados de hermandades del Miércoles Santo, tras conocerse el pasado miércoles la nueva configuración para la Semana Santa de 2023, aprobada por mayoría con el voto de seis de sus nueve hermanos mayores, en presencia del delegado de día, Joaquín Ruiz Franco-Boix, y del presidente del Consejo de Hermandades, Francisco Vélez.

La Hermandad del Buen Fin ha emitido este sábado por la tarde un áspero comunicado, firmado por la junta de gobierno que encabeza Juan Antonio Díaz Rico, en el que hace "pública protesta" de los "hechos ocurridos en la última reunión", antecedida por otras "en las que se había llegado a un principio de acuerdo entre todos en cuanto a la alternativa que se veía más adecuada".

Esta cofradía de la calle San Vicente manifiesta que "cuando llega el día de la votación seis hermandades se apartan de aquél preacuerdo y se decantan por una solución diametralmente opuesta, poniendo de manifiesto la existencia de un contubernio entre ellas para situarse en los lugares por ellas deseados, consiguiendo incluso antiguos anhelos, e ignorando los más elementales derechos e intereses de otras dos hermandades".

Según el Buen Fin, de las 14 propuestas existentes, algunas con una puntuación alta, "estas hermandades votan la que había obtenido peor puntuación (7,2) porque es la que sólo a ellas beneficiaba sin tener hacer ningún sacrificio, cargando todos los sacrificios a la Hermandad del Cristo de Burgos y a la del Buen Fin", refiriéndose a las cofradías de la Sed, San Bernardo, la Lanzada, el Baratillo y los Panaderos, que más adelante son acusadas de mantener una "actitud egoísta, insolidaria y ausente de cualquier atisbo de caridad cristiana".

Como ya es sabido, la Hermandad del Buen Fin se ha visto desplazada del cuarto al segundo lugar de la nómina del Miércoles Santo, adelantando su horario de salida de las 17:00 a las 15:00 y obligándoles a regresar a su templo por el barrio del Arenal, con una hora más de recorrido. El nuevo orden establecido es el siguiente: el Carmen, el Buen Fin, la Sed, San Bernardo, la Lanzada, el Baratillo, los Panaderos, las Siete Palabras y el Cristo de Burgos. Las tres que votaron en contra fueron el Carmen, el Buen Fin y el Cristo de Burgos.

Según la junta de gobierno, con esta nueva disposición no se resuelve "nada, porque si antes esta hermandad tenía un posible cruce con la de los Panaderos en la calle Orfila, ahora tendrá dos, uno en la calle Zaragoza-Gravina con la Hermandad del Baratillo y otro en la plaza del Museo-San Vicente con la de las Siete Palabras". Asimismo, como ya manifestase en otro comunicado la Hermandad del Cristo de Burgos, "por la calle Orfila, al igual que antes, continuarán pasando cinco cofradías con igual riesgo de coincidencia, que antes era entre los Panaderos y el Buen Fin y ahora lo será de los Panaderos con Cristo de Burgos".

A juicio de la Hermandad del Buen Fin, este acuerdo solo favorece "a las hermandades que se han confabulado para repartirse todas las ventajas y cargar a otras dos con todos los sacrificios e inconvenientes". Dentro de esta supuesta confabulación se habría tenido en cuenta rechazar el adelanto de la jornada por la carrera oficial "de 10 a 20 minutos" puesto que ello "habría dado lugar a que a esta hermandad se le adelantara la hora de llegada a la Campana en más de 2 horas, con lo que podría haber vetado la propuesta", en base a los criterios comunes establecidos por el Consejo de Hermandades.

Igual que lo hiciese la Hermandad de las Siete Palabras, el Buen Fin se habría ofrecido a sacrificarse y regresar por el Postigo, "siempre que lo hiciera a una hora que le permitiera pasar por su barrio a la vuelta, pero tampoco esto le ha sido concedido".

La junta de gobierno acusa al Consejo de no ejercer sus funciones y delegar en las hermandades, propiciando "el contubernio habido entre unas hermandades a espaldas y en perjuicio de otras", permitiendo "ignorar la opción más valorada admitiendo otra que sólo a unos beneficia y sólo a otros perjudica".

El comunicado concluye dejando de manifiesto que "se ha roto la confraternidad que existía entre las hermandades del Miércoles Santo, que va a ser muy difícil recuperar, y todo por el egoísmo y la insolidaridad de algunas, perfectamente identificadas". La cofradía de San Antonio "lamenta profundamente esta situación que se ha creado y a la que esta Hermandad es absolutamente ajena".

Cruz de guía de la Hermandad del Buen Fin

Comunicado completo

La junta de Gobierno de la Hermandad del Buen Fin quiere hacer pública protesta y mostrar su malestar por los hechos ocurridos en la última reunión de las Hermandades del Miércoles Santo en la que pretendía llegar a una solución de los problemas del día.

Tras varias reuniones previas en las que se había llegado a un principio de acuerdo entre todos en cuanto a la alternativa que se veía más adecuada, cuando llega el día de la votación seis Hermandades se apartan de aquél preacuerdo y se decantan por una solución diametralmente opuesta, poniendo de manifiesto la existencia de un contubernio entre ellas para situarse en los lugares por ellas deseados, consiguiendo incluso antiguos anhelos, e ignorando los más elementales derechos e intereses de otras dos Hermandades.

Existiendo unas normas previas para la valoración de las 14 propuestas existentes, estas Hermandades votan la que había obtenido peor puntuación porque es la que sólo a ellas beneficiaba sin tener hacer ningún sacrificio, cargando todos los sacrificios a la Hermandad del Cristo de Burgos y a la del Buen Fin.

Consecuencia de esta actitud egoísta, insolidaria y ausente de cualquier atisbo de caridad cristiana, estas Hermandades obligan a la del Buen Fin a adelantar su salida a las 3 de la tarde, le imponen un recorrido que alarga en una hora más el que tenía anteriormente y, para colmo, se la priva de pasar por su barrio a la vuelta, único caso en toda la Semana Santa de Sevilla.

Y ¿qué se ha solucionado con esto? Nada, porque si antes esta Hermandad tenía un posible cruce con la de los Panaderos en la calle Orfila, ahora tendrá dos, uno en la calle Zaragoza-Gravina con la Hermandad del Baratillo y otro en la plaza del Museo-San Vicente con la de las Siete Palabras. Nada, porque por la calle Orfila, al igual que antes, continuarán pasando cinco cofradías con igual riesgo de coincidencia, que antes era entre los Panaderos y el Buen Fin y ahora lo será de los Panaderos con Cristo de Burgos.

¿A quién favorece entonces este acuerdo? Pues solo a las hermandades que se han confabulado para repartirse todas las ventajas y cargar a otras dos con todos los sacrificios e inconvenientes. Y para ello, incluso existiendo una conciencia general de adelantar el inicio el día de 10 a 20 minutos, lo han rechazado porque ello habría dado lugar a que a esta Hermandad se le adelantara la hora de llegada a la Campana en más de 2 horas, con lo que podría haber vetado la propuesta.

La Hermandad del Buen Fin, frente al inmovilismo de otras, había aceptado el sacrificio de volver por el Postigo, dejando su recorrido tradicional, siempre que lo hiciera a una hora que le permitiera pasar por su barrio a la vuelta, pero tampoco esto le ha sido concedido.

Y todo esto podría haberse evitado si, en lugar de delegar en las Hermandades a través del sistema propuesto y después aceptado por la Asamblea, el Consejo de HH. y CC. hubiera ejercido sus funciones porque con este sistema lo que se ha conseguido es propiciar el contubernio habido entre unas Hermandades a espaldas y en perjuicio de otras, podría haberse evitado si se hubiera exigido el respeto a los acuerdos previos habidos y si no se hubiera permitido ignorar la opción más valorada admitiendo otra que sólo a unos beneficia y sólo a otros perjudica.

Se ha roto la confraternidad que existía entre las Hermandades del Miércoles Santo, que va a ser muy difícil recuperar, y todo por el egoísmo y la insolidaridad de algunas, perfectamente identificadas por otro lado. Lamentamos profundamente esta situación que se ha creado y a la que esta Hermandad es absolutamente ajena.