La agenda cuaresmal

La exposición del "renacido" palio del Valle: cofradía y vanguardia

Video exposición palio de la Virgen del Valle

Una restauración innovadora que bien merece darse a conocer. El resultado del proceso de conservación acometido por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) sobre el palio de la Hermandad del Valle (la pieza bordada más antigua que sale a la calle en la Semana Santa de Sevilla) se puede contemplar desde este miércoles hasta el 8 de marzo en la sede de la Fundación Cajasol en la exposición El renacido palio de la Virgen del Valle. Una restauración científica para una joya del patrimonio. La corporación del Jueves Santo ha organizado esta muestra -comisariada por Gonzalo Navarro e Ignacio Sánchez Rico y producida por Páginas del Sur- en la que con un discurso totalmente divulgativo da a conocer la génesis de esta importante obra, el trabajo desarrollado por el IAPH y la influencia que dicha pieza ha tenido en el diseño de un buen número de enseres de la cofradía. 

La intervención del IAPH sobre el palio del Valle supone un hito para el ente dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. El propio director del instituto, Juan José Primo, durante la inauguración de la exposición, ha señalado que dicho trabajo ha despertado ya, a nivel internacional, el interés de los expertos, de ahí que en próximos meses cuente con una divulgación científica. 

Primo ha realizado estas declaraciones en un acto que ha contado con la participación, entre otras personalidades, del concejal de Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera; la delegada territorial de Cultura, Minerva Salas el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido; el hermano mayor del Valle, Gonzalo Pérez de Ayala; y los comisarios citados. 

Un discurso didáctico

La exposición se compone de tres salas que siguen un discurso que tiene como eje central el "renacido" palio del Valle, como así se titula la muestra. La primera de ellas sirve de contexto histórico para explicar la creación de esta obra, confeccionada desde su origen en hojilla de plata por un obrador anónimo, a finales del siglo XVII. Para ello, se exponen piezas coetáneas, como los dos emblemas bordados de la Hermandad de la Santa Caridad, con estilo y técnicas muy parecidas a los que luego se emplearía en el mencionado palio; un cuadro de la Virgen de la Antigua y Siete Dolores, primera propietaria del palio y que en el XVII fue una de las grandes devociones de la ciudad; y una de las bambalinas del palio de la Virgen de los Dolores de Carmona, una de las joyas de la provincia, realizada en plata cincelada sobre terciopelo negro en dicha centuria y que puede contemplarse cada Viernes Santo por las calles del municipio sevillano. 

La segunda sala comienza con la adquisición del palio por la Hermandad del Valle a inicios del siglo XIX y con la primera intervención que recibe por parte de Antonia del Bazo, camarera de la Dolorosa, quien incluye el tachonado de estrellas en el techo y borda el interior de las bambalinas. Para sufragar la intervención, se realizaron 114 láminas cuya plancha que sirvió de base también se expone. Se alude, de igual modo, a la segunda intervención realizada a finales de la centuria decimonónica por Teresa del Castillo, según diseño de su marido, el proyectista Antonio del Canto, miembro de la junta de gobierno del Valle. 

En esta ocasión, se vuelve a enriquecer el techo de palio con la paloma del Espíritu Santo, la cenefa perimetral y escudos corporativos. A Castillo también se debe la conocida como saya de los soles, bordada sobre terciopelo azul Prusia, que se incluye en la exposición. 

Un resultado visto al detalle

El centro de esta sala se dedica a la restauración del IAPH. Para ello se hace uso de recursos materiales -el techo de palio en posición vertical y enmarcado, junto con las bambalinas que se pueden apreciar al detalle- y audiovisuales, con un vídeo que explica el proceso llevado a cabo. En los paneles informativos (sobre un fondo morado que simboliza el color de los nazarenos de la cofradía) se explica el estado de deterioro con el que llegó el palio al instituto, las fases de la restauración y la innovadora técnica que se ha desarrollado, al repoblar las lagunas de terciopelo con material textil que ha sido sometido a pruebas de calor y deterioro, similares a las que la pieza sufre en la estación de penitencia. 

La última estancia se centra en la influencia que tiene el palio -como seña de identidad de la cofradía- en el diseño de otros enseres. Una trascendencia que se produce en los albores del siglo XX, en plena eclosión del regionalismo, cuando la ciudad se mira en su pasado para reinventarse. El Valle lo hace a través de su palio y con una figura fundamental, Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Forman parte de esta sala un paño de bocina, una de las sayas de salida y el fastuoso simpecado que bordó Ojeda con diseño de Cayetano González. Además, se muestran cuatro de los siete bocetos que se presentaron al concurso de ideas convocado en 1940 para diseñar un nuevo manto para la Dolorosa.

La exposición El renacido palio del Valle. Restauración científica para una joya del patrimonio estará abierta en la sede de la Fundación Cajasol (con entrada por la calle Entrecárceles) hasta el 8 de marzo. Se puede visitar (el acceso es gratuito) de lunes a sábado, de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00. 

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