Sevilla es única en cualquier época del año. Es la ciudad de la luz, del azahar, del olor a primavera. Son las calles que la conforman, su gente, todo aquello que hace de esta tierra el escenario perfecto para que cualquier rincón convierta a nuestra Semana Santa un guión de película.

Responder dónde es mejor ver las procesiones en esta ciudad es complicado con todos estos detalles que hemos narrado antes. Sin embargo, hay lugares emocionantes, emblemáticos, donde la Semana Santa se convierte en un conjunto aún más especial.

Sin duda alguna, la mejor opción para disfrutar de un entorno memorable son las calles estrechas. Callejones casi imposibles por donde el paso de las cofradías nos mantienen con el corazón en un puño hasta que los adoquines se empiezan a ensanchar. Si quieren saber de lo que hablamos, vayanse por los aledaños de San Julián un Domingo de Ramos de vuelta con la Hiniesta.

Los barrios, la mejor opción

El Cautivo de Santa Genoveva en el Tiro de Línea.

Otra gran opción es ver a las Hermandades por sus barrios. El día o la noche va por gustos, pero la caída del sol da al conjunto un toque más impresionante. La candelería encendida, la luz de la luna, y el amor de sus vecinos hacen de esto un recorrido mágico.

Algo así pasa en el Tiro de Línea, donde su Hermandad jamás vuelve sola pese a la distancia que recorren. O en el Cerro del Águila, e incluso en el barrio de Nervión, donde la vuelva de la Hermandad de la Sed regala estampas únicas y que quedan en el recuerdo de todos los que lo viven.

El barrio de la Macarena también lo demuestra en la calle Parras, donde entre un revuelo de capas de merino se inunda una cantidad de gente ansiosa por volver a ver al Señor de la Sentencia y la Virgen de la Esperanza de vuelta a su casa. O la abarrotada calle Pureza esperando a la Virgen de sus vecinos.

Sin embargo, el centro de la ciudad también esconde lugares únicos donde harán que la Semana Santa sea memorable a los ojos de quienes la contemplen.

Algunos lugares clásicos

La céntrica Plaza de la Alfalfa

La Cuesta del Rosario es una de esas zonas que muchos eligen para disfrutar del paso de las cofradías. La mal llamada cuesta (por la poca pendiente que esta presenta) es testigo del paso de numerosas cofradías durante toda la Semana, por lo que coger un buen sitio asegurará ver una buena cantidad de Hermandades sin necesidad de desplazarse mucho.

La Cuesta del Bacalao también es uno de los lugares más demandados por los cofrades. Es el lugar de inicio de vuelta a sus templos de numerosas hermandades, como Santa Marta o los Panaderos. Llamada así por el bacalao que preside su esquina, la famosa calle Argote de Molina reúne a numerosas personas durante toda la semana.

La Alfalfa es otro punto clave para ver cofradías. Además, las Hermandades (en especial las que vienen de regreso a sus templos), suelen recrearse en este punto de la ciudad, por lo que será posible ver lo mejor de cada una en este tramo de Sevilla. Sin embargo, es un lugar cada vez más concurrido, por lo que acceder a ella puede resultar un tanto tedioso.

Plaza del Salvador

La Plaza del Salvador de Sevilla

Otro de los lugares mágicos del centro de la ciudad se encuentra en la Plaza del Salvador. Desde días previos a Semana Santa, la famosa plaza recibe a numerosas personas que se acercan paseando a contemplar la rampa ya montada, señal inequívoca de lo que está por venir. Además, durante el resto de la Semana, forman un escenario único para el paso de las cofradías, ya que la estampa con la segunda iglesia más grande de la ciudad no deja a nadie indiferente.

El Puente de Triana con sus Hermandades también es emblemático. La Estrella por el Puente…creo que eso resume mucho de lo que se puede vivir aquí. Es por eso que, cada año, el público es mayor en el puente que une las dos orillas de Sevilla.

Y qué decir de la calle Feria, uno de los pocos lugares que ha sabido mantener su idiosincrasia con el paso de los años. Montesión por su barrio es una auténtica fiesta que se transforma con la elegancia de los Javieres. Por no hablar de los primeros rayos de sol que alumbran a la Esperanza.

Algo parecido ocurre con El Postigo que, pese a su corta distancia de la Catedral, conserva un entorno único para el paso de las cofradías. El enclave único de un paso de palio pasando por el Arco hace de este un escenario de ensueño para el espectador.

El recorrido desde la Plaza de San Pedro hasta la Encarnación tampoco se queda atrás. Y es que, el entorno hace de este un lugar cada vez más popular para los cofrades.