Otra luz y otro espíritu se adueña de la ciudad en la tarde del Miércoles Santo, jornada en la que más pasos hacen estación de penitencia a la Catedral, sin contar el Viernes Santo. Es un día marcado por la presencia de crucificados, que en buena medida vertebran la estética de todas las cofradías.

Desde San Vicente nos llega el gran estreno de la Semana Santa de este año: el nuevo misterio para el Buen Fin, obra de Darío Fernández y que nos ofrece una estampa recuperada casi treinta años después. 

Las caídas del palio de la Palma salen restauradas

Es el Miércoles una jornada de acusada personalidad y con diferentes estilos en sus cortejos procesionales, por lo que es necesario ajustar bien los tiempos y no perder un solo detalle. Cofradías antiquísimas y otras más recientes, como el Carmen, conjugan el ayer y el futuro de la fiesta mayor de la ciudad.

El mediodía nos invita a salir a la calle para acompañar a las dos cofradías más "tempraneras": la Sed, que aglutina a todo Nervión en busca de la Alfalfa y el corazón de la ciudad, y San Bernardo, de puro sabor a barrio. A las viejos corrales de la calle Ancha y Gallinato regresan familias al completo rememorando sus orígenes y raíces, ofreciendo momentos de verdadera emoción y belleza cuando pasa el Cristo de la Salud.

Es punto obligado el puente de los bomberos bajo el sol justiciero de la tarde, al igual que ocurre con el crucificado de Duarte por las amplias avenidas caminando a paso firme. 

El sobrecogedor misterio de Los Panaderos

Una vez alcancemos el centro, debemos distribuir nuestras premisas. La joven pero activa cofradía del Carmen resulta muy atractiva en su discurrir por la Alameda, fusionándose en un mismo espacio varias "Sevillas" vestidas todas de su particular Semana Santa.

No muy lejos de allí podemos esperar por Conde de Torrejón a la Lanzada, pero recomendamos abrir ampliamente las pupilas para dejarse sorprender por la inmensidad de su paso de misterio. Su regreso por San Andrés, eso sí, está reservado para paladares escogidos.

Otra recogida de especial belleza es la del Buen Fin, cuyo paso de palio, uno de los más originales de toda la Semana Santa, estrena también la restauración de sus maravillosas bambalinas. De obligado cumplimiento esperarla por el Museo, lugar por el que volverá a transitar al repetirse el plan de 2023.

La Virgen de Consolación

De reseñable raigambre popular la cofradía del Baratillo, que sigue creciendo en número de nazarenos y se postula como una de las más numerosas de la Semana Santa. Muy celebrado por su público el tramo final de su estación de penitencia.

Poco que decir acerca de Los Panaderos y su esperado paso de misterio, cuyo transitar por el Salvador se ha convertido prácticamente en un punto esencial del itinerario, si bien recomendamos evitar masificaciones en otros lugares como Delgado y A-mor de Dios a la ida, y así saborear el palio de Regla. 

Reservamos la alta madrugada para acompañar a dos imprescindibles cofradías. Por un lado, Las Siete Palabras, que saca a la calle uno de los misterios románticos por excelencia de la Semana Santa, y el Cristo de Burgos, cuyo crucificado cumple 450 años de historia.

La plaza de San Pedro o Cardenal Cisneros pueden ser puntos perfectos para el broche ideal a un Miércoles Santo soñado.