Patrimonio

La reconstrucción digital del manto del Amor: desde drones a programas informáticos

El programa informático que ha permitido detectar las deformaciones que sufría el manto.

El programa informático que ha permitido detectar las deformaciones que sufría el manto. / D. S.

Está siendo una de las restauraciones más comentadas y aplaudidas de los últimos años. La Hermandad del Amor ha recuperado una de las joyas del bordado sevillano: el manto de la Virgen del Socorro, que se puede contemplar hasta el 18 de febrero en la Fundación Cajasol. Se trata de una pieza de la década de los 50, con diseño de Joaquín Castilla y confeccionada por Concepción Fernández del Toro, que había sufrido un gran deterioro, motivo por el cual el taller de Manuel Solano, en Morón de la Frontera, y todos los profesionales que han colaborado con él han empleado más de dos años en su puesta a punto

Para esta recuperación fue necesario conocer al detalle el diseño original, una labor que se le encomendó al arquitecto Sergio Cornejo, que ha explicado en su perfil de las redes sociales el procedimiento llevado a cabo. Con tal fin, se ha reproducido digitalmente la obra tal como salió del taller de Fernández del Toro hace casi 70 años. Con esta plantilla, se han corregido las deformaciones provocadas por el paso del tiempo y el empleo del manto

El primer paso, según explica Cornejo, consitió en una primera fase de análisis y documentación, que incluyó la realización de un reportaje fotográfico "exhaustivo". En este empeño se empleó un dron que captó imágenes cenitales del manto, el cual se había dispuesto extendido en la antigua colegiata del Salvador. 

El material original

La reconstrucción digital del diseño original de la obra. La reconstrucción digital del diseño original de la obra.

La reconstrucción digital del diseño original de la obra. / D. S.

El uso de las nuevas tecnologías resulta cada vez más frecuente en este tipo de procesos. A ello se añade una importante labor de documentación, en la que es clave la aportación de fotografías antiguas y, especialmente, del diseño realizado por Joaquín Castilla, además del instrumental empleado en la ejecución de este importante enser. Aquí se incluyen la pieza metálica que elaboró Manuel Seco (orfebre de la hermandad por aquellos años) para fijar el volumen que debían tener las piezas bordadas que componen el manto, así como las plantillas de estarcido usadas durante su confección. En este último caso, se trata de una técnica muy habitual en los talleres de bordado, que consiste en estampar sobre una superficie el dibujo que queda en el hueco de una plantilla perforada.

El siguiente paso fue calcar cada una de las piezas bordadas del manto en acetato transparente. La última fase consistió en escanearlas para trabajar los dibujos en un programa informático que los ajustara a su estado original. De nuevo la tecnología digital al servicio de la artesanía tradicional.

En esta última fase se comprobó que las deformaciones más acusadas que sufría el manto se centraban en el espacio liso que ocupa la toca, el cual había aumentado de tamaño, algo razonable si se tiene en cuenta que al colocarse en vertical -y pese a ir sujeto a un poyero- es la parte que carga con el mayor peso del manto y la que, por ello, recibe mayor presión. También se habían modificado los ejes radiales que estructuran el diseño, los cuales se habían curvado, con mayor grado conforme se alejaban de la cola o del eje central de simetría.

La alineación correcta

Otra de las plantillas usadas para lograr la alineación correcta de los bordados. Otra de las plantillas usadas para lograr la alineación correcta de los bordados.

Otra de las plantillas usadas para lograr la alineación correcta de los bordados. / D. S.

El estudio digital del diseño y la corrección de estas alteracionies han logrado recuperar el dibujo original y, por tanto, recobrar el tamaño con el que fue concebido. En este cometido se ha reconstruido la alineación de los ejes radiales, se ha modulado la cenefa perimetral y se la devuelto a la obra su simetría completa

Un ejemplo de que ciencia y tecnología contribuyen a devolver el esplendor al patrimonio cofradiero. Y en ese caso, a una joya indiscutible que se sitúa en el podium del bordado sevillano. El manto de la Virgen del Socorro se puede contemplar hasta el 18 de febrero en la Fundación Cajasol, en la exposición Bajo un manto de Amor, comisariada por Joaquín Ruiz Franco-Baux y montada por Páginas del SurEl horario de visitas es de lunes a sábado, de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00. No se la pierdan. 

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