Las procesiones han vuelto a Sevilla. Tras más de año y medio sin ver un paso en la calle, los sevillanos pudieron disfrutar el domingo 19 de septiembre de la salida de las primeras imágenes de la era covid tras la decisión, el pasado martes 14, del Arzobispado de levantar las limitaciones al culto externo existentes hasta ese momento.

El anuncio, acogido con alegría por el mundo cofrade y el sector turístico, dan luz verde a las hermandades para que recuperen sus salidas procesionales, sus rosarios, sus vía crucis y otros cultos en la calle.

Así, la pasada jornada dominical, 18 meses después, la ciudad se reencontraba con el culto público, con la cera y el incienso, con los rezos, las emociones y la bulla.

La Virgen de las Tristezas, de la Hermandad de la Cera Cruz; y la de los Desamparados del Parque Alcosa, han sido las primeras en salir de sus templos, rodeadas por una gran multitud de fieles, dando un carácter extraordinarios a unos cultos ordinarios que hubieran congregado, en circunstancias normales, a una menor cantidad de personas.

Procesiones a las que seguirán otras: por el momento, el Gran Poder saldrá el 16 de octubre en Santa Misión a Tres Barrios-Amate, donde permanecerá hasta el 5 de noviembre. El día 6 habrá una misa de acción de gracias en la Catedral y el Señor volverá en su paso a la basílica por la tarde. 

Las cofradías acarician así la posibilidad de vivir, dentro de siete meses, una Semana Santa 2022 dentro de la normalidad. Sin embargo, esta opción divide a los sevillanos, según los resultados de nuestra encuesta donde cuestionábamos: ¿está de acuerdo con el regreso de las procesiones a las calles de Sevilla?, pregunta contestada afirmativamente por el 52% de los lectores, que opinan que los pasos deben procesionar con la mayor normalidad y aunque sea con ciertas acotaciones y medidas que prevengan los contagios.

En contra de esta opinión, el 48% de quienes han participado en el sondeo, que creen que, a pesar de que aún existe más de medio año para el Domingo de Ramos 2022, aún es precipitado pensar en la celebración de una Semana Santa parecida a la de 2019 porque "la pandemia continúa en la calle y las aglomeraciones pondría poner en riesgo lo logrado hasta ahora".