El Retrato de Ruesga Bono

Iluminar

  • Los primeros cristianos, cuando se reunían en sitios subterráneos, encendían velas

El Señor de la Victoria iluminado por los candelabros de guardabrisas.

El Señor de la Victoria iluminado por los candelabros de guardabrisas. / Ruesga Bono

Los primeros cristianos eran muy perseguidos y para reunirse escogían la noche y sitios subterráneos oscuros. Para ver y orar encendían velas. Más tarde, cuando comenzaron a construir templos, siguieron con la costumbre de iluminar sus actos religiosos con cirios y hachones.

El Señor de la Victoria, a su paso por la Plaza de España y con la iluminación de los codales de cera. El Señor de la Victoria, a su paso por la Plaza de España y con la iluminación de los codales de cera.

El Señor de la Victoria, a su paso por la Plaza de España y con la iluminación de los codales de cera. / Ruesga Bono

De esta forma llegamos a nuestros días utilizando en los actos religiosos esta iluminación compuesta de cera virgen de abeja.

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