Ha sido uno de los actos más esperados de esta cuaresma. El vía crucis extraordinario que presidió el pasado domingo el Cachorro contó con una amplia asistencia de devotos que llenaron las calles de Triana por las que discurrió el cortejo. Una cita que ha plasmado en un nuevo audiovisual el productor Antonio Casado. 

De 6:45 minutos de duración, esta obra recoge los últimos momentos del vía crucis. Desde la Plaza del Altozano hasta la llegada a la basílica, cuando la noche cae sobre la ciudad. 

Arranca con la cruz de guía, sigue con la fila de hermanos con cirios y continúa con el cuerpo de acólitos hasta llegar a la andas que portan al Cristo de la Expiración, el crucificado que apunta con su mirada al cielo de Triana. Vecinos en los balcones, hermanos portando a su titular y primeros planos de los devotos que lo acompañan, seña de identidad en la obra de este sevillano. 

En la O

Uno de los momentos que refleja el audiovisual es la llegada a la parroquia de la O, donde el Nazareno titular de la cofradía que reside en el templo preside un elegante altar de quinario. Cera roja y dosel del mismo color para recibir al cristo expirante mientras los miembros de las hermandades del Viernes Santo lo portan. Al fondo, la Virgen de la O, vestida de hebrea, en su retablo cerámico. 

El cortejo se acerca a Chapina con un interesante plano: las cruces que representan las estaciones del vía crucis se suceden con un incuestionable punto de fuga en la calle Castilla, Torre Sevilla, que marca la perspectiva. Un rascacielos que ya se ha convertido en icono de la ciudad y del cercano antiguo arrabal. Tradición y modernidad en una sola imagen.  

Entre la música elegida, suenan las famosas Saetas del Silencio, tan propias de este primer viernes de marzo en el que Antonio Casado ha dado a conocer el audiovisual en su canal de Youtube. 

Los últimos planos

Acaba el vídeo en la basílica del Cachorro, cuando al crucificado que talló Ruiz Gijón se deposita de nuevo en el presbiterio del templo. Han pasado 50 años de aquel incendio del que pudo salvarse. El penúltimo plano supone una metáfora de lo que significó aquel hecho en la corporación: El Cachorro y al fondo su Madre, la actual Virgen del Patrocinio que salió de las manos de Luis Álvarez Duarte.

A continuación, el final lo marca una foto en sepia de la anterior titular, la Señorita de Triana, desaparecida en aquel suceso de 1973. Un desgraciado incidente que propició una nueva y fecunda historia en la hermandad.