Así son las Carreritas de Pilas del Domingo de Resurrección: el encuentro más esperado entre la Virgen y el Niño-Dios

Pilas ha vivido este Domingo de Resurrección su fiesta más emblemática: Las Carreritas, una tradición singular que simboliza el reencuentro del Niño Jesús con la Virgen María tras la Resurrección. Desde primera hora de la mañana, tras los pasacalles de las bandas, los pileños se congregaron para presenciar la esperada cita entre la Virgen de Belén, patrona del municipio, y el Niño-Dios de la Hermandad de la Soledad, la más antigua y venerada de la localidad.

Ambas imágenes recorren las calles del pueblo entre fervor, cánticos y pétalos lanzados desde los balcones, hasta situarse frente a frente en la Plaza Mayor. Acompañados por la marcha "Titoti", única de esta celebración, los pasos “corren” simbólicamente hacia el encuentro en un momento cargado de emoción, bullicio y tradición. Los portadores de los pasos se eligen mediante una puja pública, llegando a pagarse más de 6.000 euros por llevar los mangos del Niño o la Virgen.

Durante el trayecto, se reparten las típicas garrapiñadas con avellana y se vive un ambiente festivo sin igual. Tras el simbólico abrazo entre las imágenes, la Virgen de Belén es trasladada a la iglesia del Niño-Dios, donde se celebra una solemne misa. Por la tarde, la patrona recorre en procesión las calles engalanadas de Pilas antes de regresar a su ermita.

Como broche final, se rifan los claveles que acompañaron a la Virgen y un espectáculo de fuegos artificiales ilumina la Plaza de Belén.